La violencia generada por el narcotráfico y el crimen organizado ha ocasionado que varias familias mexicanas huyan de Chiapas para refugiarse en Guatemala, así lo dio a conocer el presidente de aquel país, Bernardo Arévalo.
Los desplazados, que son entre 280 y 300 mexicanos, permanecen en un albergue temporal de la aldea Ampliación Nueva Reforma de Cuilco, un municipio cerca de la frontera.
“Se les está dando (asistencia) a las personas que están escapando a esta confrontación entre grupos de narcos que tienen lugar en el lado de México”, declaró Arévalo en conferencia de prensa.
Aunque no precisó la fecha de llegada de los desplazados, el mandatario guatemalteco detalló que, desde el primer momento, reciben ayuda de las autoridades regionales y municipales y del Ministerio de la Defensa.
La oficina del procurador de Guatemala dijo que se estableció una comisión integrada por esa entidad, los ministerios de la Defensa, Exteriores y Salud y la Policía para “poder establecer las condiciones de las personas desplazadas de manera forzada” y brindarles ayuda humanitaria. Además, descartó “el ingreso de personas armadas”.
Por su parte, la vocera del Ministerio de Defensa, mayor Ann Marie Argueta, dijo que el Ejército “procedió a reforzar la frontera con México para proteger la vida de la población guatemalteca, que mantiene asegurado el límite político internacional con México y que se movilizó a más soldados hacia el área”.
Hasta ahora, el Gobierno de Chiapas no cuenta con reportes de autoridades municipales, sobre el desplazamiento de mexicanos a territorio guatemalteco.