En Chicago, Estados Unidos, es una de las ciudades que mantiene su promesa de seguir siendo “ciudad santuario” para personas migrantes.
El gobernador de Illinois, Jay Robert Pritzker, y el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, ambos demócratas, reiteraron que mantendrán esa definición por ser la tercera ciudad más grande del país, sin colaborar con las autoridades federales en las redadas.
Ambos dijeron que Illinois cuenta con algunas de las protecciones más sólidas en esa nación para las personas que migran sin documentos de residencia.
Se prevé que este martes, unos 300 funcionarios de inmigración y aduanas participen en el mega-operativo, en busca, primero, de inmigrantes con antecedentes delictivos.