La ministra portavoz del Gobierno de Chile, Camila Vallejo Dowling, prevé que la “extinción total” de los devastadores incendios que sacuden el centro sur del país desde hace más de una semana y que han quemado cerca de 360 mil hectáreas, no se logrará antes de la primera quincena de marzo.
Vallejo aseguró que, más allá del combate directo del fuego, lo importante es que no se generen nuevos incendios, ya que, además, del centro sur del país que se ha visto afectado por las llamas, las regiones del centro están en alerta máxima por la potencialidad de grandes incendios forestales.
“Los incendios pueden estar controlados, pero no extintos. Lo importante ahora es disponer de todas las capacidades para lograr controlar los incendios, que no se sigan expandiendo, y luego viene el proceso de extinción para que no se reactiven”, declaró la portavoz del ejecutivo chileno ante los medios.
Por eso, la ministra hizo un llamamiento a la ciudadanía para no hacer nada que pueda generar nuevos incendios.
El cambio climático genera condiciones propicias para que un incendio se expanda, pero el origen principal de los fuegos es, lamentablemente, la acción humana remarcó la funcionaria.
Los incendios, que cumplen más de una semana y todavía no han sido controlados, han causado ya la muerte de 24 personas, arrasado más de mil 250 viviendas y causado más de 5 mil 500 damnificados en las regiones de Ñuble, Biobío, La Araucanía y Maule.
La falta de medios -en Chile, el cuerpo de bomberos no es profesional-, la mala gestión de los bosques y las adversas condiciones climáticas han acelerado la tragedia, la más grave de esta naturaleza en el país.
México participa en la difícil labor de contener el fuego
En la región de Concepción, 300 brigadistas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor) extinguieron el fuego en 600 hectáreas y evacuaron a 120 personas que se hallaban en lugares afectados.
Debido a la temporada de verano en el Hemisferio Sur de América con temperaturas que han rebasado los 40 grados centígrados, los vientos y la sequía han dificultado que todos los fuegos ya hayan sido extinguidos.