El presidente de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, manifestó su respaldo firme al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva ante la invasión este domingo de las sedes de los tres poderes en Brasil por simpatizantes del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro y solicitó una reunión urgente en la OEA para abordar el asunto.
Boric condenó tajantemente la acción masiva registrada Brasilia: “Impresentable ataque a los tres poderes del Estado Brasilero por parte de bolsonaristas”, escribió en su cuenta en Twitter.
“El Gobierno de Brasil cuenta con todo nuestro respaldo frente a este cobarde y vil ataque a la democracia”, sostuvo el mandatario chileno.
Además, la Cancillería chilena, también a través de Twitter, tildó los incidentes de “acción antidemocrática” e informó que el gobierno solicitó “la convocatoria de una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA (Organización de Estados Americanos) para respaldar la democracia y el Estado de derecho en Brasil y toda la región”.
Cientos de simpatizantes de Bolsonaro invadieron las sedes del Congreso y del Tribunal Supremo, y el Palacio presidencial de Planalto en la capital brasileña, en rechazo a la investidura como presidente del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva el pasado primero de enero.
En un comunicado, el Gobierno chileno expresó “su confianza en que las instituciones de Brasil saldrán fortalecidas de este ataque de fuerzas antidemocráticas”.
“Chile continuará trabajando junto a toda la región en defensa de la democracia, impulsando la convocatoria de los mecanismos multilaterales correspondientes para analizar y responder a esta situación”, asegura la nota oficial.
Brasil investiga
Las autoridades brasileñas están recogiendo las piezas e investigando después de que miles de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro irrumpieron en el Congreso, la Corte Suprema y el palacio presidencial y luego destrozaron las principales sedes de poder del país.
Los manifestantes buscaban la intervención militar para restaurar el poder de Bolsonaro de extrema derecha o expulsar al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, recién inaugurado en el poder, en escenas de caos y destrucción que recuerdan la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.
En una conferencia de prensa el domingo por la noche, el ministro de Relaciones Institucionales de Brasil dijo que los edificios serían inspeccionados en busca de pruebas, incluidas huellas dactilares e imágenes, para pedir cuentas a las personas y que los manifestantes aparentemente tenían la intención de provocar acciones similares en todo el país.
Asimismo, el ministro de Justicia, Flávio Dino, dijo que los actos equivalían a terrorismo y golpismo y que las autoridades comenzaron a rastrear a quienes pagaron los autobuses que transportaron a los manifestantes a la capital.