Los chilenos acuden a las urnas este domingo para decidir si aprueban o rechazan una nueva Constitución que reemplazará la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), la cual procuraría más justicia social e instauraría reformas institucionales como se reclamó en las calles.
Largas colas se veían en varias partes del país al abrir las mesas de votación a las 08:00 horas.
El presidente izquierdista de Chile, Gabriel Boric, fue uno de los primeros en ir a votar junto a su padre y hermano en Punta Arenas, ciudad en el extremo del país frente al Estrecho de Magallanes.
“En Chile nuestras diferencias las resolvemos con más democracia, nunca con menos. Estoy profundamente orgulloso de que hayamos llegado hasta aquí”, escribió el presidente chileno en su cuenta Twitter.
Chilenos divididos entre el “rechazo” y “aprobación” de una nueva Constitución
La opción del “rechazo” a la nueva Constitución lidera todas las encuestas desde hace más de un mes, pero la campaña del “apruebo” movilizó multitudes sobre todo en Santiago, alimentando la ilusión de un triunfo.
Los actos de cierre de campaña el jueves en la capital de este país, de casi 20 millones de habitantes, dieron dos fotos muy diferentes que contrastan con los pronósticos.
La fiesta callejera del “apruebo” convocó entre 250 mil y 500 mil personas, según los organizadores, mientras el acto de cierre del “rechazo” consistió en un evento de no más de 500 personas en un anfiteatro de Santiago.
“Se confirma lo que se ve en las encuestas, de que la ventaja del ‘apruebo’ en Santiago va a ser muy importante sobre el rechazo”, dijo la socióloga Marta Lagos, fundadora de la encuestadora Mori.
Mientras tanto, en el sur, hay conflictos sobre tierras que reclaman grupos de indígenas Mapuche, en el norte se produce un incesante ingreso de inmigrantes sin papeles que viven en las calles y que ha generado la aparición de mafias de traficantes de personas y delitos violentos.
“Por acá la gente va más por el rechazo creen que es el mejor camino, porque tienen miedo a los cambios. Tienen para comer, tienen trabajo y piensan que eso lo van a perder”, comentó Alfredo Tolosa, un trabajador de una maderera.
Asimismo, Marta Lagos mencionó que el multitudinario acto de cierre del “apruebo” confirmó que van a votar muchos jóvenes especialmente en la región Metropolitana y que esos jóvenes lo favorecerán.
Concurrencia a urnas, obligatoria
Por primera vez, en más de una década, la concurrencia a las urnas será obligatoria so pena de una multa máxima de 180 pesos (unos 200 dólares). Eso, junto con la participación de los jóvenes, podría inclinar la balanza entre los más de 15 millones de electores.
Expertos esperan la participación de más de 11 millones de personas, muy por encima de los 8.3 millones que votaron en diciembre, cuando el izquierdista Gabriel Boric ganó la elección presidencial, en lo que ya se anticipa como una “revolución participativa”.
“Observadores internacionales que catalogan al proyecto de reforma constitucional de muy progresista, muy milenial y esos valores no son la demanda de la parte más tradicional de la sociedad chilena”, afirmó Marta Lagos.
¿Qué propone la nueva Constitución?
El texto de 178 páginas, 388 artículos, 11 capítulos y 56 disposiciones transitorias consagra un “Estado social de derechos”, en respuesta a reclamos expresados en las masivas manifestaciones sociales de octubre de 2019.
Por primera vez los chilenos podrán decidir en temas como:
- Aborto legal.
- Salud pública universal.
- Muerte digna.
- Paridad de género en el gobierno.
- Derecho a una vida libre de violencia de género
- Reconocimiento a la neurodiversidad
- Sindicatos empoderados.
- Grupos indígenas con mayor autonomía
- Derechos para los animales y la naturaleza
- Derechos constitucionales a la vivienda, educación, prestaciones de jubilación, acceso a internet, aire limpio, agua, saneamiento y cuidado “desde el nacimiento hasta la muerte”.
“Uno de los principales cuestionamientos que hacen los detractores del proyecto de nueva Constitución radica en el desempeño de los integrantes de la convención que redactó el texto, elegidos por voto popular con paridad de género y con 17 escaños indígenas“, señaló el politólogo Marcelo Mella, académico de la Universidad de Santiago.
Pero cualquiera sea el resultado, los sondeos dan cuenta de un amplio consenso político y ciudadano para operar cambios tanto si se impone el nuevo texto o como si se lo rechaza, pues lo que se busca es enterrar la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.
Gabriel Boric convocará a la “unidad nacional”
El presidente de Chile, Gabriel Boric, aseguró que cualquiera sea el resultado del plebiscito constitucional de este domingo, convocará a la “unidad nacional” en un ejercicio con “más democracia” para superar fracturas sociales.
“Puedo garantizar que nuestra voluntad y acción, independiente de cual sea el resultado, será convocar a una amplia unidad nacional de todos los sectores, de las organizaciones sociales, de la sociedad civil, de los partidos políticos”, señaló Boric al votar en su ciudad natal de Punta Arenas, extremo astral de Chile, frente al Estrecho de Magallanes.
Boric, de 36 años, también hizo varios llamados a avanzar en justicia, igualdad, en mayor desarrollo y crecimiento para todos y todas.
¿Qué pasaría si no se aprueba la propuesta?
De ganar el “rechazo” no hay un mecanismo establecido para iniciar un nuevo proceso constitucional. Por esto mismo, es que los partidos políticos han iniciado conversaciones para establecer una tercera vía que podría ser:
- Realización de un nuevo proceso constituyente que es apoyado por el presidente chileno.
- Realizar cambios en la propuesta en un plazo no mayor a seis meses, dicha propuesta sería presenta por una comisión de expertos que estaría integrado por personas elegidas por el Congreso, el Ejecutivo y por universidades.
El presidente chileno sostuvo una reunión privada con el presidente de la Cámara Baja, Raúl Soto, y el presidente del Senado, Álvaro Elizalde, para conversar sobre el día después del plebiscito.
“Debe haber una coordinación tripartita entre el Ejecutivo y ambas cámaras para convocar a un gran consenso luego de los comicios, en el cual también participen los partidos políticos y otros sectores como centros de pensamiento y la sociedad civil”, informó el diario chileno La Tercera.
¿Qué pasaría si los ciudadanos aprueban la nueva Constitución?
Sí las y los chilenos deciden con su voto otorgar la aprobación de la nueva Constitución comenzaría con ello un proceso legal regulado en el artículo 142 de la Carta Fundamental vigente, que establece que luego de la proclamación de los resultados oficiales por parte del Tribunal Calificador de Elecciones, en un plazo de cinco días, el Presidente de la República deberá convocar al Congreso Pleno “para que, en un acto público y solemne, se promulgue y se jure o prometa respetar y acatar la nueva Constitución Política de la República”.
La nueva Constitución “será publicado en el Diario Oficial dentro de los diez días siguientes a su promulgación y entrará en vigencia en dicha fecha”, y quedará derogada la actual Constitución.
La nueva Carta Fundamental deberá ser impresa y entregada gratuitamente a colegios, liceos, universidades, bibliotecas, instituciones y organismos del Estado. También se repartirá a jueces y magistrados.