Boeing ha comenzado a devolver aviones a Estados Unidos en el marco de la guerra comercial que sostienen ambas potencias por la imposición de aranceles que lanzó Donald Trump a China.
De acuerdo con medios internacionales, han sido varios aviones los que ha devuelto China. El más reciente fue un avión Boeing que cruzó el Pacífico para dirigirse hacia la isla estadunidense de Guam, donde vuelos transpacíficos hacen escala, cerca de Seattle, de donde había despegado semanas atrás.
El primer caso se trató de una aeronave en el centro de la ciudad china de Zhoushan, destinado a la compañía Xiamen Air, y que ya se encuentra en la isla de Guam, en el Pacífico occidental, según datos del portal FlightRadar24, recogidos por Bloomberg.
El avión repatriado llevaba los colores de Xiamen Airlines, cuya mayoría de acciones son propiedad de China Southern.
Este lunes 23 de abril, dijeron agencias, se ha detectado otra aeronave que siguió el mismo recorrido que el de Boeing desde la planta de Zhoushan.
Antes de este golpe arancelario, la empresa Boeing envió tres aviones 737 MAX desde su fábrica de Seattle a su planta de Zhoushan, ubicada a 300 kilómetros al sur de Shanghai.
Además, otro avión aterrizó en la misma planta antes del golpe comercial.
Según datos de Flightradar24, esta planta fue montada por Boeing antes de la primera guerra arancelaria del 2018, en asociación con la empresa china Comac, que hoy fabrica sus propios aviones de pasajeros.
Hay que decir que Boeing no fabrica ni ensambla en China, sino que instala los asientos y pinta las insignias antes de entregar los aviones a sus clientes.
Hasta el momento, no se han pronunciando las autoridades chinas ni Boeing.
La devolución se enmarca en la “guerra comercial” que sostienen ambos países, luego de que el presidente Donald Trump tuvo el arrebato de lanzar aranceles a países con quienes sostiene relaciones comerciales.
El presidente republicano decidió imponer una castigo del 145% a los productos chinos; en tanto, China respondió con una acción recíproca del 125% a Estados Unidos.
El Gobierno chino expresó su oposición y rechazo a la presión que intenta imponer el gobierno de Estados Unidos, dado que planea usar las actuales negociaciones arancelarias para presionar a los socios comerciales de China y limitar las relaciones comerciales.
“China jamás lo aceptará y tomará contramedidas con determinación y de forma recíproca. China está decidida y es capaz de salvaguardar sus propios derechos e intereses”, declaró un portavoz del Ministerio de Comercio chino.
“Todas las partes deben defender la equidad y la justicia, la corrección histórica y defender las normas económicas y comerciales internacionales, y el sistema multilateral de comercio”, añadió el portavoz ante la prensa.