China colocó en cuarentena en instalaciones estatales a más de 20 mil residentes rurales que viven en el epicentro del último brote de virus del país, al tiempo que anunció este viernes el peor balance de la pandemia desde marzo.
Pekín había logrado controlar en gran medida el virus tras la adopción de medidas estrictas que incluían test masivos y restricciones de movimiento, pero en las últimas semanas las cifras volvieron a aumentar, especialmente en el norte, lo que llevó a una nueva oleada de confinamientos.
La Comisión Nacional de Salud informó este viernes 144 infecciones, la mayor cifra diaria desde marzo del año pasado, principalmente en la provincia de Hebei, donde más de 22 millones de personas están confinadas.
El aumento parece haber sido provocado por las llamadas infecciones silenciosas o casos asintomáticos, en la mayoría en zonas rurales en las afueras de las ciudades.
Más de 20 mil residentes de aldeas alrededor de Shijiazhuang, a unos 294 kilómetros al suroeste de Pekín, fueron enviadas a partir del miércoles a instalaciones del Estado para cumplir cuarentena.
Los residentes fueron alojados en hoteles, con los miembros de la familia separados en diferentes habitaciones.
China informó este jueves de su primera muerte por Covid-19 en ocho meses, coincidiendo con la llegada de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a Wuhan, donde la enfermedad apareció por primera vez a finales de 2019, para investigar sus orígenes.