Internacional

China está lista para justa de invierno pese a COVID-19 y tensiones diplomáticas

Todas las infraestructuras de la competición están finalizadas desde hace más de un año

A poco más de una semana de la inauguración de la justa deportiva de invierno, que se celebrarán del 4 al 20 de febrero, China está lista, pese a la incertidumbre de COVID-19 y otras cuestiones como el respeto a los derechos humanos y las acusaciones de espionaje informático. Las pistas de esquí y de patinaje, así como los trampolines ya están preparados. Todas las infraestructuras de la competición están finalizadas desde hace más de un año. Deportistas, periodistas y delegaciones van llegando de manera progresiva a China desde hace semanas. País que promete unos Juegos “espléndidos, excepcionales y extraordinarios”. Burbuja Resultado de las fuertes medidas como confinamiento localizado, limitaciones de fronteras, realización de pruebas diagnósticas y seguimiento de los movimientos, el país reportó estar a salvo de  brotes esporádicos y de coronavirus desde primavera de 2020. Pero, con la llegada de miles de extranjeros comenzaron potenciales transmisores del virus, por lo que Pekín ha implantado una burbuja sanitaria para evitar una explosión de casos, un aislamiento incluso más restrictivo que en Tokio durante las Olimpiadas de verano en 2021. Pese a que Pekín ha registrado decenas de casos positivos en los últimos días entre los participantes, no hay ningún brote en la burbuja. “Hay opciones de que estas medidas sean efectivas”, señaló el especialista en cuestiones de salud en el Council on Foreign Relations estadounidense, Yanzhong Huang. Fuera de la burbuja, la ciudad de Pekín se enfrenta desde hace unos días a un repunte epidémico por la aparición de la variante Ómicron. Uigures Además de los problemas en Hong Kong y Tíbet, la cuestión de los uigures suscita una creciente presión internacional. Desde los atentados atribuidos a los islamistas y separatistas uigures, China impone un férreo control de seguridad en la región de Xinjiang (noroeste), donde vive la mayoría de los uigures. Algunos informes occidentales denuncian que Pekín ha internado en “campos” al menos a un millón de personas, en su mayoría uigures, e incluso que ha impuesto “esterilizaciones obligatorias” o “trabajos forzados”. Apoyándose en estas investigaciones, Washington ha acusado a China de “genocidio”, al igual que las asambleas parlamentarias de otros países como Francia, Canadá o Reino Unido. Por su parte, China negó estas acusaciones. Como respuesta, Estados Unidos y algunos aliados occidentales anunciaron un “boicot diplomático”, aunque se espera que asistan a la ceremonia de inauguración el 4 de febrero los presidentes de Rusia y Argentina, Vladimir Putin y Alberto Fernández, respectivamente, entre otros. “La prioridad más urgente ahora mismo es que Estados Unidos debería dejar de interferir en los Olímpicos de Invierno en Pekín”, dijo este el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, en una llamada telefónica con su homológo estadounidense, Antony Blinken.  ¿#DóndeEstáPengShuai? Otro momento delicado que podría vivir un nuevo episodio durante los Juegos es el esperado encuentro entre la tenista china Peng Shuai y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach. La deportista había publicado en noviembre en Internet un largo mensaje sobre su controvertida relación sentimental con un exviceprimer ministro. En concreto, contó haber sido “obligada” a aceptar un encuentro sexual. Este hecho ha provocado una movilización internacional bajo la etiqueta #WhereIsPengShuai (#DóndeEstáPengShuai). En este contexto, lo más probable es que los deportistas no puedan protestar pues la carta olímpica es clara: “No se permite ningún tipo de manifestación o propaganda política, religiosa o racial en ninguna sede olímpica, sitio u otro lugar”. “Será interesante ver cómo gestionará China posibles disputas y posiciones”, señaló la especialista en geopolítica del deporte en el Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (Iris), Carole Gómez. Smartphones A este panorama se suma que hace unos días las sospechas de un posible espionaje, alimentadas por el hecho de que China cuenta con un sofisticado sistema de vigilancia, censura y bloqueo de Internet. La firma canadiense de ciberseguridad Citizen Lab acusa a la aplicación MY2022, utilizada por las y los participantes de los Juegos, de tener “lagunas” que permiten el robo de datos por parte de Pekín. El comité organizador denunció ante la AFP que las pruebas carecían de fundamento y aseguró que “las deficiencias de seguridad ya han sido corregidas”. Como medida de prevención, varios comités olímpicos occidentales aconsejaron a sus deportistas que usen otros dispositivos en lugar de sus habituales móviles, ordenadores o correos electrónicos durante los Juegos.

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