China rechazó este martes las acusaciones estadounidenses de que llevó a cabo un ciberataque masivo contra el gigante tecnológico Microsoft en marzo, calificándolas de “fabricadas” por Washington y sus aliados.
Según el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, el ataque de marzo, que comprometió a decenas de miles de servidores de correo electrónico de Microsoft Exchange en todo el mundo, es parte de un “patrón de comportamiento irresponsable, disruptivo y desestabilizador en el ciberespacio” de China.
Este martes, China respondió a través del portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Zhao Lijian, quien en rueda de prensa aseguró que la acusación estadounidense “está fabricada por completo y presenta los hechos al revés”.
Estados Unidos inculpó a cuatro piratas informáticos chinos por ello. El presidente Joe Biden dijo que su país completará una investigación antes de tomar cualquier medida, y trazó un paralelismo con el delito cibernético que los países occidentales atribuyen a Rusia.
El gobierno chino, al igual que el gobierno ruso, no está haciendo esto [los ciberataques] por sí mismo, sino que está protegiendo a quienes lo están haciendo, y tal vez incluso dando lugar a que puedan hacerlo”, aseguró Biden a periodistas en la Casa Blanca.
En un paso que la administración Biden calificó como sin precedentes, Estados Unidos coordinó su declaración con sus aliados: la Unión Europea (UE), el Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Japón y la OTAN.