Autoridades de la ciudad de Pekín anunciaron este domingo que los 2 millones de habitantes de un barrio donde se detectó un pequeño brote de COVID-19 serán sometidos a test, a menos de dos semanas del inicio de los Juegos Olímpicos de invierno.
Las autoridades señalaron al distrito de Fengtai, al sur de Pekín, como el epicentro del foco de seis contagios recientes, elevando a 40 el número de casos detectados en la capital en la última semana.
Los 2 millones de habitantes del distrito deberán hacerse pruebas de COVID-19 a partir de este domingo.
El anuncio se produjo luego de que el Servicio Postal chino ordenó a sus empleados desinfectar los envíos del exterior, luego de que las autoridades dijeran que el correo podría ser la fuente de algunos recientes casos de coronavirus.
El número de casos en China es insignificante comparado con los brotes masivos en otras partes del mundo, donde la contagiosa variante Ómicron ha provocado fuertes aumentos de infecciones.
Pese a ello, varios pequeños brotes en toda China, incluyendo a Pekín, pusieron a prueba la estricta política de “cero COVID” que el país ha mantenido pese a que el resto del mundo se abre gradualmente.
Debemos hacer todo lo posible para frenar la propagación [del coronavirus] rápidamente, tomando medidas fuertes, estrictas y decisivas”, indicó a la prensa un funcionario pequinés, Xu Hejian.
Desde el fin de semana pasado se han constatado en Pekín unos cuarenta casos de COVID-19, la mayoría de éstos de la variante delta, más grave que la Ómicrón.
Con el inicio de los Juegos de Pekín el 4 de febrero, delegados internacionales, equipos de prensa y algunos atletas han comenzado a llegar a la ciudad.
Para contener el virus, los participantes de los Juegos permanecerán en una burbuja cerrada de miles de personas sin contacto con el exterior.