La desaparición y asesinato de Debanhi Escobar, de 18 años, en el estado de Nuevo León, evidenció la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes.
Esta situación preocupa a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dado el recrudecimiento de las estadísticas de feminicidios y desapariciones, por lo que urgió al Estado mexicano a redoblar esfuerzos para erradicarla y evitar la repetición de patrones de violencia.
#CIDH llama a #México a adoptar medidas urgentes para erradicar la violencia contra las mujeres; ante el recrudecimiento de la violencia, feminicidios y desapariciones en el país. #DerechosHumanos https://t.co/e8BCrX6c3C pic.twitter.com/oGbAsarhmm
— CIDH – IACHR (@CIDH) May 10, 2022
De acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a marzo de 2022 se reportaron a nivel nacional 229 casos de feminicidio. Las entidades que tienen los mayores números de casos por feminicidio son Estado de México, Veracruz y Nuevo León.
En este último fue en donde en ocurrió la desaparición (9 de abril) y posterior hallazgo del cuerpo de Debanhi Escobar (13 días más tarde).
El caso de Debanhi, “refleja la situación de violencia contra las mujeres en dicho país”, señala la CIDH.
A nivel nacional, la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) reporta que 24 mil 600 mujeres fueron reportadas como desaparecidas. Asimismo, los datos oficiales registran 2 mil 287 violaciones y más de 50 mil casos de violencia familiar o de pareja.
Ante dicho contexto CIDH “urge al Estado a redoblar esfuerzos para investigar, juzgar, sancionar y reparar la violencia basada en género. Así también, debe tomar medidas eficaces para prevenir y evitar la repetición de patrones de violencia”.
El órgano judicial enfatiza que los casos reportados en 2022, no deben analizarse de forma aislada, sino que los actos de violencia feminicida, sexual y doméstica, están contextualizados bajo la agravada violencia de género contra las mujeres:
“La violencia basada en género es parte de un patrón continuo que deriva de la discriminación histórica y estructural, enraizada en la cultura patriarcal y machista de las sociedades de la región que condiciona a las mujeres, niñas y adolescentes bajo nociones estereotipadas de inferioridad”.
Es así que subraya que México está obligado a cumplir con la debida diligencia, según lo establece el marco jurídico internacional de la Convención de Belém do Pará y el marco jurídico nacional, a través de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres 2020 2024 y el Programa Integral para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (PIPASEV) 2021-2024.
CIDH llama al Estado mexicano para cumplir con las recomendaciones que realizó este organismo jurídico en sus informes –sobre Derechos Humanos en México (2016), así como en el Informe sobre violencia y discriminación contra las mujeres, niñas y adolescentes (2019)– relativos a implementar y fortalecer medidas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia y discriminación contra las mujeres, niñas y adolescentes.
Esto incluye la capacitación y monitoreo de las personas funcionarias (a cargo de la búsqueda e investigación), servicios de salud y justicia, “así como acciones concretas que contribuyan con transformar el patrón cultural patriarcal y machista hacia una cultura de respeto integral hacia las mujeres”, concluye CIDH.