Cientos de centroamericanos utilizan las vías de tren en México y Estados Unidos en su intento para cruzar ilegalmente la frontera. Es una práctica que se realiza desde hace varios años, pero que siguen usando los indocumentados, a pesar de los operativos de seguridad en ambos países.
Nosotros no venimos aquí porque se nos antoja, sino por la necesidad que tenemos”, migrante.
Allá no vamos a hacer nada, no tenemos trabajo, no tenemos nada”, migrante.
Los migrantes llegan a la frontera y suben clandestinamente a los vagones en dos importantes cruces comerciales: El Paso y Laredo, en Texas, lugares donde los trenes cargan continuamente mercancías provenientes de México.
Se esconden en apretados espacios dentro de los vagones de carga, con riesgo de sufrir asfixia o accidentes.
En Robstown, cerca de Corpus Christi, Texas, la patrulla fronteriza detuvo a 24 migrantes, uno de ellos herido, que estaban escondidos en el tren. Recorrieron 235 kilómetros desde que abordaron el ferrocarril en Laredo, tras cruzar la frontera. Este año, más de 300 personas han sido detenidas a bordo de las máquinas, para ser trasladadas a centros migratorios y deportadas a México.
La ONU llamó a la administración de Biden a acelerar el proceso de asilo de los centroamericanos, suspender las expulsiones y combatir a las bandas traficantes de personas.
Hay una red muy fuerte de contrabandistas, traficantes y tan pronto hay una expulsión, tenemos contacto con estos solicitantes de asilo, donde se encuentren”, Kelly Clements, comisionada de la ONU para refugiados.
En México, personal del instituto nacional de migración localizó a una familia hondureña en un tren carguero en Tlaxcala. Su destino era Monterrey, Nuevo León, para después dirigirse a Estados Unidos. Partieron de San Pedro Sula, Honduras, desde el 6 de mayo, después se internaron a Chiapas, donde abordaron el tren.