Una escalada del conflicto en la región de Tigray en Etiopía ha dejado cientos de muertos, dijeron el lunes varias fuentes, mientras que el primer ministro busca llevar tranquilidad al asegurar que el país no se encamina a una guerra civil.
- El estallido en la zona del norte del país, que limita con Eritrea y Sudán, amenaza con desestabilizar a la segunda nación más poblada de África, donde el conflicto étnico ya ha dejado cientos de muertos desde que el primer ministro Abiy Ahmed asumió el mando en 2018.
Reporteros de Reuters en Tigray y la región vecina de Amhara vieron camiones llenos de milicianos armados y camionetas con ametralladoras montadas en dirección al frente de batalla en apoyo del gobierno federal. Algunos miembros de la milicia ondeaban la bandera de Etiopía.
- Abiy, de 44 años, ganó el Premio Nobel de la Paz el año pasado por sus reformas democráticas y por lograr la paz con Eritrea.
Pero la semana pasada el primer ministro, que pertenece al grupo étnico más grande de Etiopía, los Oromo, lanzó una campaña contra las fuerzas leales a los líderes de Tigray, a quienes acusó de atacar una base militar en la ciudad de Dansha.
Las preocupaciones de que Etiopía se hundirá en el caos son infundadas y son el resultado de no comprender profundamente nuestro contexto”, tuiteó el lunes.
Un oficial militar en Amhara que respalda a las tropas federales dijo a Reuters que los enfrentamientos en Kirakir habían dejado casi 500 muertos entre quienes defienden a los líderes de Tigray.
Tres fuentes de seguridad en Amhara que trabajan con las tropas federales, en tanto, dijeron que el Ejército etíope también había perdido cientos de oficiales en la batalla en Dansha.
Reuters no ha podido verificar las cifras, aunque un diplomático también señaló que se cree que cientos de personas han muerto.