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¿Cómo funciona el cónclave, en el que se determinará al próximo papa?

¿Qué proceso sigue para elegir al sucesor del papa Francisco?

FOTO: VATICANO NEWS

El derecho canónico establece que el camarlengo, investidura que porta actualmente el cardenal irlandés, Kevin Farrell, tendrá que convocar al Colegio Cardenalicio al cónclave, donde a través de sufragio secreto se elegirá al nuevo papa.

La Constitución Apostólica en su artículo 37 establece que el cónclave (el latín cum clave, que significa cerrado) comenzará 15 días después de la vacante de la sede apostólica, aunque el Colegio de Cardenales puede establecer otra fecha que no puede retrasarse más de 20 días.

En esta ocasión, el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco empezará el miércoles 7 de mayo, según ha confirmado el Vaticano. Por lo que ese día por la mañana, todos concelebrarán la solemne Misa “pro eligendo pontifice”.

Los cardenales se reúnen en la Capilla Sixtina y únicamente pueden votar los cardenales menores de 80 años y actualmente hay 135. Los cardenales mayores de esta edad no votan, pero sí pueden ser elegidos papas.

Estas reuniones se realizan en total secretismo, por lo que las fuerzas de seguridad vaticanas registran el lugar en busca de micrófonos ocultos u otros dispositivos de escucha.

¿Cómo se realizan las votaciones en el cónclave?

Para elegir al sucesor de Francisco, se requieren de dos terceras partes de los votos de los 135 cardenales con este derecho.

La primera votación se lleva a cabo en la tarde, después de la misa inicial. Si no se elige ningún papa, durante los días siguientes se realizan dos votaciones cada mañana y dos cada tarde hasta elegir al pontífice.

Las papeletas de la votación se queman en una estufa cilíndrica y el humo sale por la chimenea provisional de la Capilla Sixtina.

Si ningún candidato resulta electo el humo será negro, para que no haya confusiones en el color se agregan cartuchos químicos.

Para producir el color negro se usa el cartucho que contiene perclorato de potasio, antraceno y azufre.

Cuando los cardenales ya definieron al sucesor y el seleccionado acepta el nombramiento, proceden a quemar las papeletas de votación, y para garantizar que el humo sea blanco, se agrega un cartucho de clorato de potasio, lactosa y resina de cloroformo.

La comunidad católica sabrá de la elección cuando salga el humo blanco y repicarán las campanas para mayor claridad.

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