“No tuvimos agua, comida durante días. Hoy es un día para agradecer que estamos con vida así que venimos a decir: Gracias Dios”.
“Por ejemplo, enterramos el cuerpo de un vecino que fue a buscar a sus perritos y tras encontrarlos muertos, lo asesinaron los rusos”.
“Espero que Dios nos ayude a reconstruir esto y a restablecer La Paz”.
Los habitantes de Bucha celebraron este domingo la Pascua, día sagrado en el calendario ortodoxo.
Llevaron huevos y pan de pascua a bendecir.
Hoy es imposible mostrar alegría, pese a que celebran la resurrección de cristo.
En el patio de esta misma iglesia, dedicada a la Virgen de Pochaev, se encuentran las fosas en las que fueron enterrados civiles y soldados asesinados cuando esta localidad estuvo ocupada por las tropas rusas.
Aquí han sido exhumados al menos 130 cadáveres que serán clave en las investigaciones para comprobar crímenes de guerra ante la corte penal internacional.
El párroco hace hincapié en aquellos que hacen falta, porque fueron asesinados o porque huyeron de la guerra a otros países.
“Hay que mantener la fe porque es muy poderosa, no solo en tiempos de paz. Hemos pasado momentos muy difíciles. Mucha gente aquí lo perdió todo, pero estamos vivos y muchos tenemos un nuevo corazón lleno de esperanza”.
Entre sus plegarias muchos piden liberarse del odio que sienten ante lo que las tropas rusas les hicieron.
“Porque es imposible continuar seguir viviendo, reconstruir Bucha, no podemos perdernos después de esta tragedia, ya perdimos mucho”.
Oleg regresa por primera vez al recinto religioso tras el retiro de tropas rusas. Antes acudía todos los días a sepultar cadáveres de sus vecinos.
“Recuerdo que dije: para Pascua seremos libres, tenemos que ser libres. Y mira, somos libres”.
En la fe, los habitantes de Bucha han encontrado fuerza para no quebrarse.