
En Estados Unidos, los alcaldes de Boston, Nueva York y Chicago -todos demócratas- comparecieron ante la Cámara de Representantes, citados por legisladores republicanos.
La razón es que estas ciudades son ‘santuario’, es decir, sus leyes prohíben a sus policías colaborar con el Servicio de Migración para detener a personas migrantes.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, defendió esta ley, al asegurar que es necesaria para garantizar que todos los residentes, más allá de su situación migratoria, tengan acceso a escuelas, hospitales y otros beneficios sociales.
El gobierno de Donald Trump advirtió con iniciar demandas judiciales contra los alcaldes que se nieguen a colaborar con la “migra”.
Además, este miércoles, la administración Trump restringió visas de ingreso a Estados Unidos a los funcionarios de gobiernos extranjeros, responsables de facilitar el tránsito de migrantes hacia ese país.
No habrá marcha atrás: Marco Rubio
Por su parte, el secretario de Estado, Marco Rubio, argumentó en redes sociales que su país “no dará marcha atrás cuando se trate de defender los intereses de seguridad nacional”.
Y destacó que los países que se encuentran a lo largo de las rutas migratorias “deben hacer su parte para prevenir y disuadir el tránsito” de personas migrantes.
Countries along migratory routes must do their part to prevent and deter the transit of illegal aliens. @StateDept has instituted a new visa restriction policy for foreign government officials responsible for facilitating the transit of illegal aliens into the United States.…
— Secretary Marco Rubio (@SecRubio) March 5, 2025