La comunidad científica, académicos, académicas, educadoras y educadores, en distintas disciplinas, pertenecientes al Colectivo de Agroecología Investigación-Acción, anunciaron un boicot a la Cumbre de Sistemas Agroalimentarios de la ONU.
El próximo 23 de septiembre se llevará a cabo la Cumbre de Sistemas Alimentarios, convocada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El evento es parte del Decenio de Acción para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 y busca poner en marcha nuevas medidas, para avanzar en el logro de los 17 ODS e implementar sistemas alimentarios más saludables, sostenibles y equitativos.
Sin embargo, el colectivo denunció que la Cumbre no responde a los principios que sustentan, sino que es un sistema de exclusión por parte de actores e intereses de gobiernos que tienen una visión empobrecida sobre el conocimiento de los sistemas agroalimentarios.
El Colectivo señaló que hay una falta de atención a la justicia epistémica de la Cumbre, “es decir, la medida en la que incluye diversas formas y comunidades de conocimiento, desde pueblos indígenas hasta los campesinos”. Consideraron que el planteamiento de la Cumbre reduce el trabajo continuo con las personas trabajadoras de la tierra.
Invitan a que se preste atención a puntos fundamentales:
1.-La agenda y los temas de la Cumbre fueron definidos por el Foro Económico Mundial, la Fundación Bill y Melinda Gates, economistas y científicos de las ciencias naturales. Estos actores no prestaron atención al tema de los derechos humanos sino meses después, por lo que se debe considerar como un eje fundamental.
2.-Demandan atención a la agroecología e instan a que debería ser vista como un paradigma para transformar los sistemas agroalimentarios, junto a la soberanía alimentaria y el derecho a la alimentación. Afirman que la innovación no debería estar definida por las corporaciones.
3.-Critican el proceso multiactor de la Cumbre que no considera el Mecanismo de la Sociedad Civil y los Pueblos Indígenas (CSM). Este proceso ofrece pocos mecanismos de rendición de cuentas.
4.-Denuncian que la designación de Agnes Kalibata, como enviado especial de la Cumbre, es una puerta de entrada a los agronegocios. Kalibata es el actual presidente de la Alianza Gates para la Revolución Verde en África (AGRA). Sin embargo, la Alianza ha sido criticada por apoyar la entrada de los cultivos genéticamente modificados, pesticidas y fertilizantes basados en combustibles fósiles, y en general a la agricultura industrial, al continente africano.
El colectivo dijo que el boicot es un llamado para que las personas que se sumen cuestionen las acciones de la Cumbre, a los actores y a las designaciones sobre quién decide que hay para comer.
México se suma al llamado
Diversas organizaciones civiles se unen para demandar que el Presidente Andrés Manuel López Obrador represente a México ante la Cumbre de Sistemas Alimentarios, bajo una perspectiva congruente con su política impulsada por su administración.
Dichas organizaciones pugnan, a través de una carta pública, fechado el 9 de septiembre, para que “los sistemas alimentarios garanticen el derecho de las personas a una alimentación nutritiva, suficiente, de calidad y culturalmente apropiada, así como el derecho de los pueblos a conservar su cultura alimentaria, agroecosistemas tradicionales y sus semillas”.
Resaltaron que la actual administración ha tomado medidas importantes.
“Como la prohibición del glifosato y de la siembra del maíz transgénico, así como la implementación del etiquetado de advertencia en los productos ultraprocesados no saludables”.
Señalaron que se debe hacer eco de estas acciones a los pueblos del mundo, que exigen una verdadera reforma de los sistemas alimentarios.
Reconocieron que el gobierno mexicano “puede tener un papel ejemplar e histórico no sólo en la defensa de los sistemas alimentarios, también en la defensa del sistema de Naciones Unidas contra su captura por los intereses comerciales, que con esta Cumbre sentarán un muy mal precedente para la gobernabilidad internacional”.
Exhortaron a que el Ejecutivo Federal “coloque las prioridades y experiencias nacionales sobre la soberanía y seguridad alimentaria por la memoria de los pueblos y el respeto a los derechos humanos”.