La participación de las mujeres en el cónclave es la demanda principal de un grupo de activistas que se manifestó con humo rosa en la Plaza Garibaldi en Roma.
La directora ejecutiva del Instituto Wijingaards de Investigación Católica, grupo miembro de la Ordenación de Mujeres a nivel mundial, Miriam Duignan, afirmó que lanzaron el humo rosa antes de que los cardenales entraran a la Capilla Sixtina para que sepan que hay mujeres que exigen ser tomadas en cuenta.
Por su parte, la directora ejecutiva de la Conferencia de Ordenación de Mujeres, Kate McElwee, afirmó que es un escándalo que las mujeres no sean tomadas en cuenta para ordenarse como curas o incluso cardenales.
“Un cónclave solo de hombres es una celebración del patriarcado y una traición al proceso sinodal. El humo rosa se puede utilizar como una forma de mostrar que hay una emergencia, una crisis, y también creemos que la Iglesia está en crisis por su exclusión de las mujeres”, indicó.
El papa Francisco afirmó en múltiples ocasiones que era un acto de justicia y dignidad promover una mayor participación de las mujeres en la Iglesia, aunque nunca afirmó que pudieran convertirse en diáconos o sacerdotes.