Internacional

Con políticas de Trump, queda atrás el EUA de las libertades de derechos humanos

Menos apoyos para acceso a la salud y combate frontal a la ideología de género y la diversidad, son algunas de las regresiones en la agenda de Washington.

Atrás quedó el país de las libertades coartadas de tajo por las políticas de Donald Trump.

Derechos civiles borrados, a base de órdenes ejecutivas, a pesar de estar garantizados en documentos fundacionales de Estados Unidos como las primeras 10 enmiendas de su Constitución.

Menos apoyos para acceso a la salud y combate frontal a la ideología de género y la diversidad, son algunas de las regresiones presentes en la agenda de Washington.

“Esta será la política del gobierno estadounidense que sólo haya dos géneros, femenino y masculino”, declaró Trump.

En enero pasado, apenas unas horas después de su regreso a la Casa Blanca, el presidente Trump puso la mira en los derechos individuales impulsados por sus antecesores.

Con el argumento de defender, lo que llamó, realidad biológica y binaria de hombres y mujeres, revocó los servicios de apoyo para la transición de género.

También frenó el acceso a militares trans al ejército y la participación de mujeres transgénero en competencias de deportes.

“No vamos a permitir que las personas transgénero le hagan trampa a las mujeres en el deporte femenino”, comentó el presidente.

Estas restricciones fueron criticadas por organizaciones como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al considerar que las políticas de Trump están basadas en la intolerancia y el odio.

La Casa Blanca también interrumpió el financiamiento a programas de planificación familiar que beneficiaban con anticonceptivos a más de 50 millones de mujeres a nivel mundial.

Y desde el despacho oval, Donald Trump pretende reescribir la historia educativa al iniciar el desmantelamiento del departamento de educación y todo para frenar el movimiento “Woke”, es decir, contra la equidad racial, social, el feminismo y la lucha de la comunidad LGBTIQA+. Debido a los recortes, el ente gubernamental ya perdió más de dos mil trabajadores.

Por otra parte, las prestigiosas universidades estadounidenses están en la mira de Trump. Las acusa de propagar, entre sus estudiantes, el antisemitismo y apoyar a Palestina, de hecho, la Casa Blanca suspendió las visas para nuevos estudiantes extranjeros en Harvard.

En otro frente, los aliados de Trump como el gobernador de Texas, Greg Abbott, siguen sus pasos al firmar órdenes ejecutivas para impulsar la enseñanza religiosa en la entidad.

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