En total, seis rumanos miembros de la llamada “Banda de la Riviera Maya”, dedicada a la clonación de tarjetas de crédito, fueron condenados por un tribunal de ese país a penas de prisión entre tres y diez años.
Un tribunal de Bucarest libró también una orden de aprehensión contra Florian Tudor, presunto jefe de la organización delictiva, quien se encuentra en México.
El proceso que sigue la justicia rumana contra esta banda criminal se basa en denuncias y evidencias por una operación de fraude a gran escala en México. Tudor, también conocido como “El Tiburón”, habría encabezado la estrategia para comprometer un centenar de cajeros automáticos a lo largo de la Riviera Maya, en Quintana Roo, en Tijuana y destinos turísticos del pacífico como Sayulita y Puerto Vallarta.
A través de un sistema digital incorporado a los cajeros electrónicos, la banda robó detalles de tarjetas de crédito de turistas y retiró dinero de sus cuentas.
La Fiscalía rumana considera a Tudor un peligro para el orden público, por lo que en la solicitud para su aprehensión estimó que su detención en México evitaría la posibilidad de huir.
Sin embargo, entre México y Rumania no existe un tratado de extradición, por lo que deberá mediar un acuerdo diplomático de colaboración que permita a autoridades mexicanas detener al jefe de la banda con fines de extradición.
La Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda (UIF) citó a Tudor Florián la primera semana de este mes, pero el rumano no asistió y perdió así el derecho de audiencia.