Gran parte de Italia debería permanecer confinada a partir del lunes hasta el 6 de abril, tras la decisión del gobierno este viernes en base al índice de contagios, que amenaza con saturar los hospitales.
El gobierno de Mario Draghi decidió al término del Consejo de Ministros que, del 15 de marzo al 6 de abril, las regiones “donde el número semanal de contagios supere los 250 por 100 mil habitantes, pasarán a ser consideradas rojas”.
Una indicación técnica que obliga a las autoridades regionales a anunciar la medida en base al índice de contagio.
A partir del lunes, deberían así cerrar las escuelas, bares y restaurantes en gran parte de las 20 regiones del país.
Según la clasificación por colores, la zona roja, la más contagiosa, implica el cierre también de liceos y universidades, así como bares, cafeterías y restaurantes (excepto para llevar).
Además, los viajes están autorizados sólo en caso de necesidad laboral, compra de artículos de primera necesidad y por urgencias médicas.
Las grandes regiones del norte –Lombardía, Piamonte, Véneto, Emilia-Romaña–, así como Lazio (la región de Roma) y Calabria, al sur, corren el riesgo de ser declaradas zona roja y se unirían a otras regiones del sur, Campania, Basilicata y Molise, que ya lo son.
Toscana, Liguria, Umbría y Abruzos se mantendrían como zonas intermedias, color naranja.
Sólo Sicilia permanecería en amarillo, mientras que la isla de Cerdeña, es la única zona blanca de la península, es decir sin contagios.
Del 3 al 5 de abril, al final de la Semana Santa, toda Italia se considerará en cambio zona roja y sólo será posible desplazarse dentro de la propia región a otra residencia privada, una vez al día y un máximo de dos personas.
Italia, que superó esta semana el umbral de las 100 mil muertes por COVID-19, ha registrado un fuerte aumento de los contagios y de las muertes, en gran parte debido a la variante británica, según los expertos.
El jueves, las autoridades reportaron 26 mil nuevos casos y 373 muertes en 24 horas.
El centro de investigación especializado en asuntos de salud GIMBE sostiene que el número de nuevos casos observados durante las últimas tres semanas “confirma el inicio de la tercera ola” de coronavirus en Italia.
Según el presidente de GIMBE, Nino Cartabellotta, en más de la mitad de las 20 regiones italianas, “los hospitales y especialmente las unidades de cuidados intensivos ya están saturados” y las hospitalizaciones e intervenciones no relacionadas con el coronavirus fueron aplazadas.
El primer ministro italiano reconoció este viernes que Italia encara “una nueva ola” de contagios de coronavirus tras un año del inicio de la emergencia sanitaria en el país europeo.
En su discurso, pronunciado en el nuevo centro de vacunaciones en el aeropuerto romano de Fiumicino, Draghi instó a los italianos a “ser prudentes” ante el aumento de los contagios, que amenaza con saturar los hospitales.