En la Quinta Avenida de Brooklyn, Nueva York, todas las mañanas connacionales acuden a “Mi México Pequeño”, una panadería que este año cumple 30 años funcionando, a fin de saborear un poco de su tierra.
“El pancito nos hace sentir que estamos allá, no se siente que está lejos del país porque el sabor es tan delicioso. Este es el pan con el que yo crecí, encontrarlo aquí es como un poco de vida, porque digo tengo un pedacito de lo mío”, expresó Fabiola González, connacional mexicana en Estados Unidos.


El dueño de este local es Adán Cruz, quien comenzó con este proyecto en los años noventa, explicó Juan Manuel Bravo, persona migrante mexicana en EUA y yerno de Cruz, quien además destacó que sus connacionales pagan sus impuestos, trabajan, incluso, generan empleos.
En la “Gran Manzana”, los negocios de mexicanos emplean a más de 100 mil personas, ya sea en restaurantes, cafeterías, panaderías y tortillerías, registradas ante las autoridades estadounidenses, las y los mexicanos son parte de la economía neoyorquina.
“Si contáramos cuantos mexicanos estamos pagando impuestos, es demasiado, no solamente legales, [situación irregular] también, están pagando impuestos con el propósito, con un sueño de que mañana puedan legalizarse, el primer requisito que dicen: sus impuestos”, comentó Fabiola González, mujer migrante mexicana en EUA.


Asimismo, Carmen Martínez, mujer migrante mexicana en EUA, coincide que la presencia de los connacionales mexicanos transforma la economía estadounidense: “Los mexicanos inyectamos dinero aquí y por eso seguimos luchando”.
En forma de pan, de tortilla o de platillo, las y los mexicanos son motor de una ciudad que han hecho suya y donde construyeron un pedacito de su patria.