Las altas temperaturas por el cambio climático continúan causando estragos en el mundo. En Grecia, cientos de turistas y residentes fueron evacuados el sábado de un complejo turístico de la isla de Lesbos por un incendio forestal que también destruyó viviendas en el pueblo costero de Vatera.
En varias regiones del país el termómetro supera los 40 grados centígrados. En el parque nacional de Dadia, en la región nororiental, los bomberos trabajan por tercer día para controlar un incendio forestal.
En tanto, en Italia, la finca “Stella”, situada en la aldea de Zeme, al suroeste de Milán, en el llamado “triángulo de oro” de los arrozales italianos, la situación es apremiante, ya que la última lluvia abundante ocurrió en diciembre.
La tierra seca se agrieta, los brotes de arroz son raquíticos “no solo la cosecha sufrió un golpe, sino que todo el ecosistema está languideciendo“, lamenta Massimo Saronni, alcalde de Zeme y cultivador de arroz desde hace 30 años.
En américa latina y el caribe la situación no es mejor, ya que glaciares, arrecifes de coral y la selva amazónica, considerados sistemas vitales, están en una situación casi “crítica” e “irreversible” por el cambio climático, informó la organización meteorológica mundial este viernes.
Esta situación y los efectos de la pandemia por COVID-19 “no solo han afectado a la biodiversidad de la región, sino que han estancado décadas de progreso contra la pobreza, la inseguridad alimentaria y la reducción de desigualdades“, señaló el doctor Mario Cimoli, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).