Los bomberos de Grecia controlaron los incendios que consumieron más de 100 mil hectáreas desde que comenzaron en julio pasado.
Las recientes lluvias y el descenso momentáneo de la temperatura ayudaron en la labor de los bomberos a la que se sumaron rescatistas y voluntarios.
Sin embargo, se mantiene la alerta preventiva por los fuertes vientos para el fin de semana, que podrían activar los focos dispersos en el país.
Centenares de casas y de pequeñas empresas fueron destruidas por el fuego.