Internacional

COP26: La brecha norte-sur vuelve a aparecer en inicio de negociaciones

La COP26 inició este lunes su semana crucial de negociaciones sobre cómo avanzar en la lucha contra el cambio climático, de nuevo con la brecha entre el norte y el sur como principal escollo

La COP26 inició este lunes 8 de noviembre su semana crucial de negociaciones sobre cómo avanzar en la lucha contra el cambio climático, de nuevo con la brecha entre el norte y el sur como principal escollo.

El financiamiento de las medidas de mitigación del calentamiento del planeta, de la transición energética, las normas de transparencia, de control mutuo, e incluso, la mención de los derechos humanos vuelven a provocar forcejeos entre las 196 partes negociadoras.

“El grupo de países menos avanzados está preocupado por el hecho de que las acciones de ciertos países no se ajustan con las declaraciones”, criticó el presidente de esa alianza, la más numerosa en Glasgow, Sonam Phuntsho Wangdi, en una asamblea de todas las partes involucradas.

Si el planeta quiere evitar un desastre ecológico, hay que intentar por todos los medios limitar el calentamiento a +1,5ºC, un objetivo que en el histórico Acuerdo de París de 2015, era tan solo un deseo.

“Cualquier compromiso” sobre este punto “equivaldría a negociar con la vida de miles de millones de personas en los países más vulnerables”, advirtió Sonam Phuntsho Wangdi.

En lugar de ese +1,5ºC, el mundo se encamina a un aumento de su temperatura de 2,7ºC, en el mejor de los casos a 2,2ºC, si se añaden los objetivos de neutralidad de emisiones carbono para 2050, según los últimos datos de la ONU.

La gran conferencia anual de la ONU sobre el clima, cancelada el año pasado por la pandemia y organizada desde el 31 de octubre al 12 de noviembre en la ciudad escocesa de Glasgow, registró en su primera semana un alud de anuncios.

Un centenar de jefes de Estado y de gobierno se comprometieron a cesar la deforestación en 2030, y otros tantos a emitir un 30% menos de metano, gas con 80 veces más efecto invernadero que el CO2.

Una cincuentena de países prometió dejar de usar carbón para producir electricidad y cientos de entidades financieras privadas ofrecieron billones de dólares en créditos.

En el ecuador del encuentro, el balance es agridulce. “Hemos progresado en algunas cosas mucho más de lo que podía imaginar hace dos años, pero está lejos de ser suficiente”, consideró Helen Mountford, del World Resources Institute.

La presidencia de las negociaciones, en manos británicas, hizo circular un documento de apenas tres hojas, enumerando simplemente los puntos importantes que deberían aparecer en la declaración final.

Ese tipo de documento “curiosamente ha ido tomando una gran relevancia ahora porque se ha convertido en el depositario de los temas que no se sacan en un cuarto de negociación”, declaró a la AFP la jefa negociadora costarricense, Ana Patricia Villalobos.

En anteriores conferencias del cambio climático (COP), un borrador de declaración final acostumbraba a circular al inicio de la segunda semana, para fijar las posiciones de los participantes y acelerar el debate.

Gran Bretaña, cuyo primer ministro Boris Johnson se mostró moderamente optimista al arrancar la COP26, ha optado por dar publicidad a este documento muy ligero, y convocar a las partes a más consultas, dividiendo los temas y encomendando a dos ministros que dirijan conjuntamente cada mesa de negociación.

Una de esas mesas será codirigida por la ministra para Transición Ecológica de España, Teresa Ribera, mientras que la ministra costarricense, Andrea Meza, fue encargada de coordinar el resultado de todas esas negociaciones por sectores.

“Sobre el marco temporal común”, para que todos los países basen sus compromisos en los mismos lapsos de tiempo comparables, “teníamos ocho opciones y ahora tenemos nueve”, explicó a la AFP una fuente negociadora, considerándolo “indescifrable para los ministros”.

Y “no llegaremos a la petición de algunos Estados”, países especialmente vulnerables, para que los exámenes de las medidas se hagan anualmente y no cada cinco años, agregó.

Mientras, los dirigentes políticos y personalidades siguen acudiendo al estrado para alentar a los delegados a avanzar.

“No hemos hecho lo suficiente para atajar esta crisis”, declaró el expresidente estadounidense Barack Obama en un discurso ante los delegados. “Vamos a tener que hace más y eso dependerá en gran medida de ustedes”, dijo.

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