Internacional

Corrupción en la Presidencia de Perú, historia que se repite una y otra vez

Para resumir la crisis política reciente de Perú, basta hacer un recuento de sus presidentes y ex mandatarios que han sido depuestos, encarcelados, que renunciaron o que, incluso, en un caso, se suicidó. Todos, todos, inmiscuidos en actos de corrupción…

 

La historia, por inverosímil que parezca, se repite una y otra vez.

 

Los escándalos de corrupción de Odebrecht iniciaron con este economista. De acuerdo con el representante de la firma brasileña en el país andino, Jorge Barato, prometió la entrega de 36 millones de dólares a cambio de concesiones de obras de la Carretera Interoceánica Brasil-Perú.

 

Posteriormente, tras ser citado por la justicia, el testaferro de Alejandro Toledo, Yosef Maiman, admitió recibir por lo menos 17 millones de dólares para entregárselos directamente al ex presidente.

 

El 9 de febrero de 2017 se giró una orden de detención preliminar en su contra, pero el ex mandatario ya había huido a Estados Unidos. Y desde julio de 2019 está preso en la correccional Maguire, en el condado de San Mateo, California, en espera de ser extraditado por tráfico de influencias, colusión y lavado de activos.

 

Ollanta Humala también estuvo involucrado.

 

Fue el mismo Marcelo Odebrecht, dueño de esta firma, en sus declaraciones juramentadas ante la justicia brasileña admitió haberle dado 3 millones de dólares para su campaña, a través del ingeniero Jorge Barata.

 

A cambio, cuando Humala estuvo en la silla presidencial le entregó contratos a la constructora brasileña a modo.

 

En julio de 2017 fue encarcelado acusado de lavado de activos y asociación ilícita. Fue condenado a 18 meses de prisión preventiva, actualmente está en arresto domiciliario.

 

Pedro Pablo Kuczynski detentó la presidencia sólo por dos años.

 

Marcelo Odebrecht también declaró ante un ministerio público que su empresa pagó a la firma peruana Westfield capital 782 mil dólares entre noviembre de 2004 y diciembre de 2007 a cambio también de privilegios.

 

El principal socio de Westflief capital es precisamente Kuczynski que, aunque aún no era presidente, si era ministro de economía del entonces mandatario, Alejandro Toledo.

 

Cuando se destapó el caso de corrupción de Odebrecht, decidió renunciar al cargo de presidente el 21 de marzo de 2018.

 

Martín Vizcarra asumió después de la renuncia de Kuczynski, pero tuvo la misma suerte que éste último. Duró en el cargo sólo dos años.

 

En 2019 se reveló que cuando era gobernador de Moquegua, 14 funcionarios de su gabinete pagaron de manera irregular 14 millones de soles como adelanto de un hospital. Más tarde el dueño de una constructora declaró que de ese dinero, le entregó 5 millones directamente a Vizcarra para que lo favoreciera con la licitación. Fue el inicio de su destitución.

 

En noviembre de 2020, el congreso, liderado por la entonces congresista Keiko Fujimori, declaró a Vizcarra moralmente incapacitado para ejercer el cargo por haber faltado a la verdad y obstruir las investigaciones contra las acusaciones de corrupción posteriormente fue inhabilitado 10 años para ejercer cualquier cargo público.

 

Y el caso que conmocionó a Perú y con el que se intensificó la crisis política es el de Alan García. Aunque gobernó por segunda ocasión de 2006 a 2011, el caso de Odebrecht destapado en 2012 reveló que se le otorgó un pago de 24 millones de dólares a cambio de favorecer a la firma brasileña con la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima.

 

En noviembre de 2018 se emitió un impedimento de salida del país para ser investigado por corrupción. El 17 de abril de 2019 se le dictó una orden de detención preliminar y cuando un elemento de la policía nacional ingresó a su domicilio para arrestarlo, García entró a su cuarto con el pretexto de llamar a su abogado y se suicidó de un disparo en la cabeza.

 

Dejó una carta en la que decía que había sido el presidente más perseguido en los últimos 30 años.

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