Internacional

Corte suprema de Brasil restablece el pase sanitario en Río de Janeiro

El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil restableció la vigencia del pase sanitario para entrar en los puntos turísticos y otros lugares de Río de Janeiro a partir de este viernes, después de que un juez lo anulara calificándolo de “dictadura sanitaria”.

 

El presidente del STF, Luiz Fux, revirtió la decisión la noche del jueves por considerar que las medidas de combate contra la pandemia, como el pase sanitario, incumben a la Alcaldía.

 

Esta es una ciudad turística, que quiere celebrar fin de año, carnaval y el verano con los hoteles llenos”, afirmó este viernes el alcalde Eduardo Paes, al saludar la decisión del STF.

 

Para la segunda quincena de noviembre, casi el 100% de los cariocas habrá tomado la segunda dosis (…). Con el pasaporte queremos decirle al turista responsable que se vacunó: ‘ven tranquilo’. Y al que no se quiso vacunar: ‘por favor no vengas, no serás bienvenido en Río de Janeiro'”, añadió Paes.

 

El pase implementado por la Alcaldía que comprueba la vacunación contra el coronavirus había sido suspendido el miércoles por un juez de segunda instancia que lo calificó de “dictadura sanitaria” y lo comparó con la persecución que sufrieron los judíos y otros grupos en la época de Hitler.

 

La medida empezó a ser obligatoria el 15 de septiembre para acceder a puntos turísticos de Río de Janeiro, como el Cristo Redentor y el Pan de Azúcar, a los centros deportivos, muy frecuentados por los cariocas, a los cines, a los teatros y a salas de conciertos, entre otros lugares.

 

Bares y restaurante quedaron excluidos.

 

“Prototipos de dictadores”

El principal detractor de este “pasaporte” es el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro y este viernes lo volvió a criticar duramente en un acto en el sur de Brasil.

 

La libertad por encima de todo (…). No podemos admitir que algunos prototipos de dictadores, en nombre de la salud, quieran quitar vuestra libertad”, declaró, refiriéndose a los alcaldes y gobernadores que adoptaron esa y otras medidas de combate al coronavirus.

 

El mandatario se opone a cualquier obligación relacionada con la vacuna y ha alardeado de que será el “último de los brasileños” en inmunizarse, más de un año después de haber contraído el virus.

 

Pero a diferencia de Estados Unidos y algunos países europeos, en Brasil el movimiento antivacuna es minoritario.

 

Con más de 596 mil fallecidos, el gigante latinoamericano es el segundo país que más vidas perdió en términos absolutos por la pandemia, superado solo por Estados Unidos.

 

En Río se han registrado casi 34 mil muertes por COVID-19, con una tasa de mortalidad muy elevada, de 506 por 100 mil habitantes, muy superior a la media nacional (284).

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