El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, asumió este sábado un nuevo período presidencial 2025-2029, tras imponerse en la segunda vuelta electoral a la candidata correísta Luisa González.
En una ceremonia celebrada en la Asamblea Nacional, recibió la banda presidencial y el Gran Collar de la Orden de San Lorenzo, símbolos reservados para la máxima autoridad del Estado.
Durante el acto, también juró María José Pinto como vicepresidenta, quien sustituye a Verónica Abad, tras un notorio distanciamiento político con Noboa. El presidente del Parlamento, Neils Olsen, celebró el inicio de una etapa de unidad y trabajo para el país sudamericano.
Promesas de Noboa
En su mensaje, Noboa prometió transparencia y combate frontal a las mafias del crimen organizado y la corrupción, asegurando que su gobierno defraudará a las oligarquías que se enriquecían a costa del Estado. Señaló que tanto él como Pinto fueron perseguidos en el pasado y que ahora gobernarán con dignidad y compromiso popular.
“Nunca más serán olvidados. Aquí hay un pueblo libre sobre un suelo libre”, expresó Noboa en su discurso ante el pleno del Legislativo.
Agradeció especialmente a su madre, Annabella Azín, actual asambleísta y líder de su movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), y a su familia, que lo acompañó durante el acto, incluidos su esposa Lavinia Valbonesi y sus hijos Álvaro y Furio.
Las dificultades las hemos enfrentado juntos.
— Daniel Noboa Azin (@DanielNoboaOk) May 24, 2025
Las oportunidades, las creamos y las aprovechamos juntos.
Y los golpes, los hemos esquivado juntos. Pero no solo los esquivamos: los derrotamos juntos.#NadaNosDetiene#PosesionPresidencial2025 pic.twitter.com/4RkrDv0vG6
A la investidura asistieron delegaciones de 74 países, entre ellas los presidentes Gustavo Petro (Colombia) y Dina Boluarte (Perú), además de los vicepresidentes de República Dominicana y El Salvador. Estados Unidos, China y España también enviaron representantes de alto nivel.
Antes de la ceremonia, Noboa y Pinto participaron en una ofrenda militar en la Cima de la Libertad, en conmemoración del aniversario de la batalla de Pichincha (1822), clave para la independencia de Ecuador. El evento concluyó con un mensaje de continuidad y firmeza frente a los retos del país.