Internacional

De los 2.8 millones de desplazados en Ucrania, 1 millón son menores

Unicef ha solicitado 349 millones de dólares atender la situación de los niños, niñas y adolescentes desplazados por la guerra

La guerra es un mundo y no un suceso, en este mundo a veces la mejor medicina es un oso de peluche.

“El no entiende aún que tuvimos que irnos. Él no entiende que su papá se quedó peleando. Él aún no entiende por qué está gente vino y nos quitó lo que teníamos”, madre de Danilo.

De los 2.8 millones de desplazados que ha generado la incursión militar de rusia en Ucrania, 1 millón son niños, niñas y adolescentes.

Muchos de ellos y ellas ni siquiera se han dado cuenta de lo tanto que la guerra les ha arrebatado.

“Le di un oso de peluche a una niña -porque es la mejor medicina para los niños- e inicialmente ella no lo quiso agarrar. Y su mamá le preguntó porque no lo tomaba y ella dijo “porque si él nos está dando algo un regalo es porque él nos quiere matar”,  Woldrow Sollman, organizador de Estación Przemysl.

Los más afortunados han huido de la zona de conflicto con su madre, abuela o hermanos. Los menos afortunados, son los menores no acompañados.

La organización Happy Kids ha ayudado a evacuar 2 mil niños que se encontraban en orfanatos ucranianos. Apenas la semana pasada arribaron 700 a la estación de trenes de Przemysl.

“Cuando todo empezó estábamos en el orfanato. Nos despertamos de las explosiones a las 5:30 de la mañana del 24 de febrero. Y escuchamos estas explosiones de vez en cuando. Cuando escuchamos las explosiones, nos reunieron de inmediato y nos evacuaron a un jardín de infantes cercano”, Bogdana, joven de Odesa.

Muchos de estos niños y niñas fueron ubicados en un hotel en las afueras de Varsovia, la capital polaca.

“Los niños preguntan: ‘¿qué está pasando?’, ‘¿cuándo terminará?’, ‘¿cuándo se detendrá por completo?’, ‘¿qué pasará después?’ Están temerosos. Y tenemos miedo. No tenemos ninguna respuesta para ellos. No sabemos qué pasará mañana, qué pasará dentro de una hora. Tenemos miedo. Tenemos miedo por los niños, por nosotros mismos, por nuestras familias, por nuestros allegados. Tenemos miedo”, Helena, cuidadora de niños.

Unicef ha solicitado 349 millones de dólares atender la situación de los niños, niñas y adolescentes desplazados por la guerra.

Como esta fundación que ha instalado en un albergue de Polonia un sitio donde los niños y niñas pueden jugar mientras sus padres buscan acogida en otra ciudad o país.

“Lo más importante es poder sacarles una sonrisa, que se diviertan un ratito. Sus papás, todos están en crisis, están tratando de empezar una nueva vida y estos niños lo único que necesitan es un lugar donde puedan correr”, Galif, voluntaria de ONG Cadena.

Posiblemente lo que en realidad falta es que ellos y ellas, a diferencia de lo que hemos hecho los adultos, puedan colorear un mundo mejor.

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