La Administración de Control de Drogas (DEA) destituyó discretamente a Nicholas Palmeri, director regional en México, por contactos inapropiados con abogados de narcotraficantes.
En un amplio reportaje publicado ayer en el diario estadounidense “The Washington Post”, se informa que Palmeri fue separado del cargo el año pasado luego de intensas investigaciones, y calificó esta situación como un final vergonzoso para una gestión breve marcada por el deterioro en la cooperación entre ambos países y un flujo récord de cocaína, heroína y fentanilo hacia Estados Unidos.
Según registros confidenciales, Palmeri socializó y vacacionó con abogados de Miami que representan a narcos, lo que originó la caída, después de sólo 14 meses en el cargo, de quien tenía la encomienda de supervisar a docenas de agentes en México, Centroamérica y Canadá.
Entre las indagatorias internas se destaca que Palmeri aprobó el uso de fondos de la lucha contra las drogas para propósitos inapropiados, y solicitó que se le reembolsaran con el fin de pagar su propia fiesta de cumpleaños.
El puesto de director regional en México es el más importante de las operaciones extranjeras de la DEA, y cuando ocurre algo como esto, es problemático”, dijo Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la agencia.
La DEA se ha visto afectada por escándalos de corrupción, incluido el encarcelamiento de un agente de la corporación, con sede en Miami, que se declaró culpable en 2020 de desviar más de 9 millones de dólares de operaciones encubiertas para financiar costosos autos deportivos, viajes de lujo y fiestas.
El año pasado, fiscales federales acusaron a otro agente y a un exsupervisor de filtrar información confidencial de las fuerzas policiales a dos abogados defensores anónimos de Miami a cambio de 70 mil dólares en efectivo, indica “The Washington Post”.