Los 59 países signatarios del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares acordaron no ceder a las presiones de naciones que abogan por el uso de armas nucleares ni flexibilizar los términos de la prohibición.
La reunión de tres días, liderada por México en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, concluyó con una declaración política.
En la declaración, los Estados Parte se comprometieron a mantener la prohibición de las armas nucleares y prevenir sus consecuencias catastróficas.
La declaración presentada por el embajador de México, Juan Ramón de la Fuente, reafirmó el compromiso con la completa eliminación de estas armas y el rechazo a voces que intentan justificar su existencia.
La reunión contó con la participación de representantes de 35 países no firmantes como observadores. Además, estuvieron presentes sobrevivientes de las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki, así como representantes de comunidades afectadas por ensayos nucleares.
México entregó la presidencia a Kazajistán, que organizará la próxima reunión prevista para marzo de 2025.
El Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares es un esfuerzo internacional para avanzar hacia un mundo libre de armas nucleares y prevenir su proliferación.