Los derechos de pesca en aguas británicas seguían bloqueando las negociaciones para acuerdo comercial posbrexit entre el Reino Unido y la Unión Europea y sus negociadores volvieron a darse cita para el domingo.
Las divergencias siguen siendo las mismas”, indicó una fuente europea al interrumpirse las negociaciones.
Ambas partes juegan con el reloj en contra: tan solo quedan diez días para cerrar un acuerdo que evite el caos de una ruptura brutal y el regreso de aranceles y cuotas a ambos lados del canal de la Mancha.
La pesca representa un peso económico pequeño en la relación comercial entre el Reino Unido y la UE, pero tiene una importancia política y social clave para varios países, en particular Francia y Países Bajos.
En el centro del debate están los 800 millones de dólares en pesca capturados cada año por las flotas europeas en aguas británicas, y la duración del periodo que permitiría a los pescadores europeos adaptarse a las nuevas condiciones.
Bruselas propondría renunciar a cerca del 20% de ese monto en un periodo de siete años. Los británicos reivindican 60% en un plazo de adaptación de tres años, según fuentes europeas.
Es una cuestión de números ahora”, dijo un diplomático europeo.
El negociador europeo, el francés Michel Barnier, ha consultado con los países que comparten los ricos caladeros británicos para intentar encontrar una salida, añadió la fuente.
La Alianza de Pescaderos Europea alertó sobre un acuerdo que podría significar “la muerte de gran parte de una industria que ha contribuido tanto a hacer vivir las comunidades pesqueras de nueve estados miembros” de la UE.