El Mundial de Qatar será fiesta para unos, pero se ha convertido en tragedia para otros, por ejemplo en los últimos 12 años más de 6 mil personas migrantes de India, Bangladesh, Nepal, Sri Lanka, y Pakistán murieron durante la construcción de los estadios para este mundial.
Las causas de tales fallecimientos fueron jornadas laborales a temperaturas de hasta 50 grados celsius, horarios extensos, y pocas medidas de seguridad, de acuerdo con información del Diario Británico, The Guardian.
En el caso de la remodelación del Estadio Jalifa y la construcción de algunos hoteles y centros comerciales participaron cerca de 3 mil 200 trabajadores que migraron al país árabe de una mejor calidad de vida.
Amnistía Internacional documentó al menos 234 migrantes de India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, y Nepal, los cuales sobrevivieron en condiciones insalubre, hacinados en cuartos ubicados en el desierto, con jornadas laborales extenuantes.
Además, fueron amenazados con quitarles la vida de trabajo y deportarlos, tenían prohibido buscar otro empleo, su salario era de 220 dólares mensuales, unos 4 mil 300 pesos mexicanos, pero la paga no era puntual.
“Hubo desconfianza en nuestra familia: sospecharon por qué no nos pagaban en cuatro, cinco meses. Mi hijo me pregunta ¿”papá, cuándo vas a regresar”, declaró una de las personas migrantes; mientras que otros aseguró que “No he recibido mi dinero durante un año, no tengo para comprar un boleto de regreso”.
Estas personas fueron engañadas por intermediarios, quienes les vendieron vidas de trabajo en precios entre 500 y 4 mil 300 dólares. Al llegar a Qatar les retenían el pasaporte, para que no pudieran salir del país.
Asimismo, Amnistía Internacional también denunció que la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), sus patrocinadores y las empresas constructoras se beneficiaron con la organización del mundial de futbol.
La empresa “Sixcontruct” obtuvo un contrato del gobierno qatarí por 90 millones de dólares, para remodelar el Estadio Al Jalifa, y la compañía “Eversendai” otro por 35 millones. A esto se suma que 73% de 17 mil personas encuestadas en 15 países apoyan que la FIFA compense a estas personas migrantes y sus familias.
En respuesta a estos abusos, la Selección de Dinamarca se manifestará durante el torneo sobre la lucha por los derechos humanos de todos los y las trabajadoras migrantes que fueron víctimas de explotación laboral en la sede mundialista.
En ese sentido, este equipo buscan portar un uniforme de protesta, es decir la playera local, como visitante tiene una sola tonalidad completamente: roja, negra y blanca con el escudo de la federación y la marca del patrocinador, sin colores que los resalten.
El Comité Supremo de Qatar, encargado de la realización de la Copa del Mundo, expresó su molestia por la protesta danesa. Mientras que la FIFA sólo se comprometió a crear un fondo de indemnización para las y los trabajadores migrantes que sufrieron accidentes en las construcción de los inmuebles para este mundial.