El opositor venezolano Edmundo González Urrutia, rival de Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio, prometió seguir con “la lucha” por la libertad desde el exilio en España, donde ya recibió el respaldo de las autoridades y espera sostener un encuentro con el presidente de aquel país, Pedro Sánchez.
“Confío que próximamente continuaremos la lucha por lograr la libertad y la recuperación de la democracia en Venezuela”, señaló el opositor, de 75 años.
González Urrutia llegó el domingo por la tarde a Madrid y, por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, dijo que se le concederá el asilo.
“Está mejor en España que indefinidamente en la residencia del embajador, en un régimen casi de semiclandestinidad, o no hablemos ya en una cárcel”, añadió Albares, defendiendo la decisión del antiguo embajador de partir al exilio.
Fuentes próximas al político venezolano explicaron que no hará declaraciones públicas hasta ser recibido por Pedro Sánchez y Albares, actualmente de viaje oficial a China, algo que podría ocurrir el jueves.
Preservar su libertad y su vida
Albares insistió en que la acogida del político venezolano no cambia la posición de Madrid.
“No vamos a reconocer la supuesta victoria de Nicolás Maduro”, afirmó.
Sin embargo, la oposición conservadora española reprocha que el Ejecutivo no reconozca tampoco la victoria de González Urrutia, e impulsó la convocatoria de un pleno del Congreso de los Diputados el martes para votar este reconocimiento.
La líder opositora María Corina Machado aseguró que la salida de Venezuela del candidato, en la clandestinidad desde hace un mes al igual que ella, fue necesaria para “preservar su libertad y su vida” en medio de “una brutal ola de represión”.
Antony Blinken, jefe de la diplomacia estadounidense, estimó en la red X que el candidato de la oposición exiliado “sigue siendo la mejor esperanza para la democracia” en Venezuela.
La salida de González Urrutia es el último episodio de la crisis desatada por las presidenciales en las que Maduro fue reelegido para un tercer mandato de seis años entre denuncias de fraude.
“Hoy es un día triste para la democracia en Venezuela. En democracia, ningún líder político debería verse forzado a buscar asilo en otro país”, consideró el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell.
González Urrutia, que estaba en la clandestinidad desde el 30 de julio, pasó un tiempo en la embajada de Países Bajos en Caracas antes de trasladarse a la española, el 5 de septiembre, según explicó Borrell.