El jefe de estación implicado en el mortal accidente ferroviario en Grecia que dejó al menos 57 muertos, fue acusado por la tragedia y detenido este domingo, horas después de que el primer ministro pidió perdón por el desastre.
Una fuente legal dijo que el jefe de estación, al que se le atribuye un error fatal, compareció ante el juez y fue formalmente acusado por su presunta responsabilidad en la “muerte de un gran número de personas”.
Este crimen es punible con entre 10 años de prisión y cadena perpetua, según el Código Penal griego.
El hombre, de 59 años, cuya identidad –Vassilis Samaras– fue revelada por el Ministerio de Transporte, reconoció su responsabilidad en la colisión frontal. Tras la inculpación fue puesto en prisión preventiva.
Como primer ministro, les debo a todos, pero sobre todo a los familiares de las víctimas pedirles perdón”, escribió el jefe de Gobierno, Kyriakos Mitsotakis, en un mensaje a la nación, una disculpa que no convence a los griegos.
La colisión entre un tren de pasajeros y otro de mercancías el martes pasado por la noche entre Atenas y Tesalónica ha provocado una ola de protestas en el país.
“En Grecia, en 2023, no es posible que dos trenes circulen en sentido contrario en una misma vía y que nadie se dé cuenta”, agregó en su mensaje, publicado en Facebook.
“Rabia inmensa”
Además, anunció que, en los próximos días, se tomarán medidas inmediatas para mejorar la seguridad ferroviaria del país, para lo cual pediría asesoría y financiamiento de la Unión Europea (UE).
En tanto, unas 12 mil personas, según la policía, se congregaron este domingo delante del Parlamento, en Atenas, en unas protestas convocadas por estudiantes, trabajadores ferroviarios y funcionarios.
Los manifestantes soltaron cientos de globos negros, a modo de homenaje a las víctimas.
“Sentimos una rabia inmensa”, dijo Michalis Hasiotis, presidente de un sindicato de expertos contables, que se sumó al cortejo.
Asimismo, algunos manifestantes lanzaron cócteles Molotov y la policía respondió con gases lacrimógenos y granadas ensordecedoras.
“Nada funciona en este país, los hospitales están agónicos, las escuelas cierran, los bosques se queman… ¿De quién se burlan?”, dijo Nikos Tsikalakis, presidente de un sindicato ferroviario.
Según la policía griega, siete agentes resultaron heridos y cinco personas fueron detenidas tras los altercados.
“Asesinos”
Este drama ha conmocionado al país, sobre todo porque muchas de las víctimas eran jóvenes estudiantes que regresaban a Tesalónica tras un largo fin de semana feriado.
En la televisión, las imágenes desgarradoras de algunos padres esperando noticias de sus hijos delante de un hospital contribuyeron a aumentar la indignación contra las autoridades y su gestión de la situación, considerada calamitosa.
La falta de experiencia del jefe de estación salió a la luz al día siguiente del accidente. Según la prensa griega, sólo había recibido una breve formación antes de encontrarse solo, en el puesto, en un fin de semana largo especialmente cargado.
La compañía ferroviaria, Hellenic Train, está en el centro de la ira de la población. En su sede en Atenas, pintaron en rojo la palabra “asesinos”. La compañía está acusada de numerosas negligencias que derivaron en la colisión, y que las autoridades calificaron de “tragedia nacional”.
Hellenic Train también indicó que sólo se encarga del transporte de pasajeros y mercancías, pero que la gestión de la red, su mantenimiento y su modernización son responsabilidad de la empresa ferroviaria pública griega OSE.
Los representantes sindicales de la compañía habían alertado de la situación hacía solo tres semanas.
“No vamos a esperar que pase un accidente para ver a los responsables llorar lágrimas de cocodrilo”, dijeron entonces.
En tanto, el papa Francisco oró este domingo por las víctimas de la tragedia.
Rezo por los difuntos; estoy cerca de los heridos y de los familiares, que la Virgen los consuele” publicó el papa en su cuenta de Twitter.