Hoy es el día 18 de la invasión de Rusia a Ucrania y el éxodo de familias se intensifica.
El equipo de Once Noticias llegó hasta Siret, al norte de Rumania, en la frontera con Ucrania; una ciudad, que hasta antes del conflicto tenía poco más de nueve mil habitantes, pero hoy alberga a miles y miles de refugiados ucranianos y extranjeros.
Siret es, ahora, uno de los principales puntos de cruce para quienes huyen del conflicto.
Yuri y su familia, están entre los desplazados que ya se cuentan por millones.
“Nosotros nos fuimos, yo soy mitad griego, yo tengo a donde ir, pero hay mucha gente que no tiene a donde ir y este es el gran problema”, Yuri, refugiado.
Él es mitad griego y mitad ruso y durante mucho tiempo vivió en Kiev.
“Y rusos como yo no teníamos problemas viviendo en Ucrania, nunca tuvimos problemas viviendo en Ucrania”, agregó.
Esta guerra, como todas, dice, no tiene ningún sentido.
“Este conflicto es una locura y es simplemente por nada. Está matando niños justo ahora sin ninguna razón, nadie le pidió ayuda, y esa es mi opinión. Y necesitamos parar esto, necesitamos parar esto porque no sé qué podría pasar, está matando cientos de niños y personas sin ninguna razón”, añadió.
Una vez que cruzan la frontera, los desplazados reciben asistencia y comida. Decenas de voluntarios respaldan a quienes huyen de la tragedia.
Dulces y algodones de azúcar logran regresar las sonrisas a los rostros de los pequeños quienes, junto con sus padres y mascotas, han tenido que dejar todo atrás para salvar sus vidas.
Postales, todas estas, de un conflicto sin sentido.
