Dos agentes del FBI murieron y otros tres resultaron heridos en un tiroteo que se desencadenó cuando los oficiales hacían cumplir una orden de allanamiento por un crimen contra niños en el sur de Florida, informó la oficina federal de investigaciones el martes.
Trágicamente, en el FBI perdimos a dos de los nuestros hoy”, dijo el director de la organización, Christopher A. Wray, en un comunicado donde identificó por primera vez a las víctimas.
El agente especial Daniel Alfin y la agente especial Laura Schwartzenberger fueron asesinados a tiros esta mañana en el cumplimiento de su deber mientras ejecutaban una orden de allanamiento ordenada por un tribunal federal en una investigación de delitos contra niños”, informó.
Además, otros dos agentes del FBI fueron transportados a un hospital y se encuentran estables, mientras el tercer agente herido no requirió hospitalización.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo en una conferencia de prensa que el presidente Joe Biden había sido informado de “esta terrible tragedia”.
El sospechoso también falleció en el lugar, aunque no estaban claras las circunstancias de su muerte.
El incidente ocurrió cerca de las 06:00 locales en la ciudad de Sunrise, unos 50 Km al norte de Miami.
El diario local Sun Sentinel informó que la orden de registro estaba relacionada a un caso de pornografía infantil que investiga la fiscalía de la ciudad vecina de Fort Lauderdale. Indicó también que el sospechoso se había atrincherado en una residencia, desde donde inició el tiroteo.
También citó a un vecino, que se negó a ser identificado, según quien se escucharon al menos 50 tiros.
Todo lo que escuchamos fueron disparos”, dijo. “Los equipos SWAT y la policía entraron y empezaron a sacar a la gente…”.
Tras el ataque, un equipo SWAT de Fort Lauderdale y paramédicos llegaron al lugar, aunque la investigación está en curso y no se ha revelado más información.
La escena es segura”, escribió en Twitter la policía de Sunrise cerca de las 09:00 de la mañana, no obstante, recomendando a los residentes permanecer en sus casas.
En la tarde, el paso permanecía cerrado con cinta amarilla y decenas de coches policiales estaban desplegados en el área.