Los dos incendios que quemaron 20 mil 600 hectáreas desde hace más de una semana en el suroeste de Francia avanzaron muy poco durante la noche, indicaron este miércoles las autoridades, antes de una visita del presidente Emmanuel Macron.
“Con 300 hectáreas destruidas durante la noche, el balance es más bien positivo, aunque los dos incendios todavía no son controlados”, advirtió el teniente coronel Arnaud Mendousse, de los servicios de emergencia Sdis de la zona.
El incendio de Landiras, a 40 kilómetros al sur de Burdeos, calcinó 13 mil 600 hectáreas de vegetación y el de La Teste-de-Buch, que alcanzó los alrededores de la Duna de Pilat (la más grande de Europa), destruyó 7 mil hectáreas.
Durante la noche, no se llevaron a cabo nuevas evacuaciones. Desde el inicio de los incendios, más de 36 mil 750 personas, tanto veraneantes como locales, se vieron obligadas a abandonar sus residencias, sobre todo por la humareda.
La prefecta de la región de Nueva Aquitania, Fabienne Buccio, evocó el martes por la noche una cierta “calma” y un tiempo “más fresco”, que permitieron avanzar en los esfuerzos para sofocar las llamas.
La ola de calor que golpeó Francia, así como parte de Europa Occidental en los últimos días, empezó a dar un respiro en el país, donde solo las regiones del este y del sureste superarán este miércoles los 30 grados Celsius, según Météo France.
El presidente francés tiene previsto viajar a la zona de los incendios este miércoles en la tarde, junto al ministro del Interior, Gérald Darmanin.
En el marco de la investigación sobre el incendio de Landiras, la justicia liberó este miércoles a un hombre de 39 años, al encontrarse elementos que lo eximen de cualquier responsabilidad.