En Estados Unidos, miles de jóvenes, conocidos como “dreamers“, pudieron salir de las sombras con el programa DACA, vigente desde 2012, con ese permiso migratorio: estudiar y trabajar, pero Donald Trump podría cortarles sus sueños.
Al menos 800 mil dreamers resultaron beneficiados, la mayoría mexicanos.
“Mi temor ahora es llegar a mi país, sin tener la seguridad porque en sí, en Estados Unidos tengo mi familia, tengo mis conocimientos, mis estudios, mis clientes, Estados Unidos ha sido toda mi vida”, expresó la dreamer, Brenda Lizette Vargas.
Desde la Ciudad de México, 33 dreamers, jóvenes que llegaron a Estados Unidos siendo niños, advirtieron que Trump podría desaparecer o reducir el programa DACA, y les preocupan las medidas que tomará el zar de la frontera, Thomas Homan, cuando asuma el cargo, el 20 de enero.
“Una orden que cierre DACA, ya lo hizo en 2016, y las Cortes lo revivieron; ahora el Director Homan ha dicho que quiere hacer redadas y otras cosas; tenemos nosotros miedo y preocupación”, dijo Marco Méndez, dreamer.
Estos jóvenes dreamers participan en un foro académico, y pudieron viajar a la capital mexicana con un permiso migratorio temporal.
Autoridades y especialistas recomiendan a personas sin documentos evitar exponerse a futuras redadas.
Está previsto que las redadas comiencen en Chicago, donde el consejo de la ciudad rechazó votar la propuesta de dos concejales que pretendían retirarle su estatus de “Ciudad Santuario”.
De esta manera, se mantiene la ley que prohíbe a la policía local colaborar con el servicio de migración o ICE, para ayudar a detener migrantes para ser deportados.
“Nosotros ya somos estado santuario, entonces, aunque lo quieran hacer en la ciudad, es a nivel estatal, nosotros como quiera, somos más poderosos que la ciudad”, aseguró Congresista Demócrata, Asamblea Estatal de Illinois, EU, Edgar González.
El alcalde demócrata de Chicago, Brandon Johnson, afirmó que su trabajo es asegurarse de que las personas estén protegidas y seguras de eventuales redadas.
Los connacionales y otros migrantes en Chicago, continúan el paro de labores escalonado para hacer sentir su peso en la economía local, al dejar de laborar y realizar compras.