
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador comenzó este domingo con más de 13.7 millones de ciudadanos convocados a las urnas para definir quién gobernará el país durante el periodo 2025-2029. Los finalistas son el actual mandatario Daniel Noboa y la abanderada del correísmo, Luisa González, quienes ya se enfrentaron en los comicios extraordinarios de 2023.
Desde las 07:00 horas, los 4 mil 376 centros de votación en todo el país abrieron sus puertas, mientras que cerca de 450 mil ecuatorianos en el exterior emiten su voto en ciudades de Estados Unidos, España e Italia. La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Diana Atamaint, dio inicio oficial a la jornada que se anticipa sumamente cerrada, con encuestas que proyectan un empate técnico.
El actual presidente Noboa, quien se convirtió en el mandatario más joven de la región en 2023, busca ahora un mandato completo para consolidar sus políticas de seguridad y reformas económicas. Por su parte, González aspira a convertirse en la primera mujer presidenta del país y devolver al correísmo al poder tras ocho años en la oposición.
Seguridad reforzada y participación obligatoria
En medio de un contexto de alta violencia criminal, el proceso electoral se desarrolla bajo estrictas medidas de seguridad, con el despliegue de cerca de 100 mil elementos entre policías y militares para resguardar los recintos de votación. La violencia ha colocado a Ecuador como uno de los países con mayor tasa de homicidios en América Latina, un tema que ha marcado la agenda electoral.
La candidata de la Revolución Ciudadana, Luisa González, hizo un llamado a las Fuerzas Armadas para mantenerse al margen del conteo de votos y garantizar el respeto a la democracia. En tanto, Noboa, confiado, afirmó: “Hoy ganamos” tras emitir su voto en la comunidad costera de Olón.
El voto es obligatorio para personas entre 18 y 64 años, y opcional para adolescentes de 16 y 17, adultos mayores y personal de seguridad en funciones. Pese a las lluvias, solo 18 centros fueron reubicados.
Las principales misiones de observación internacional, incluidas la Unión Europea y la OEA, supervisan el desarrollo de esta jornada crucial, en la que Ecuador elegirá entre dos proyectos de país diametralmente opuestos.