
Este lunes se cumplió un año del rompimiento de relaciones diplomáticas de México con el gobierno de Ecuador, después del ilegal asalto a la Embajada mexicana en Quito, ordenado por el presidente de ese país, Daniel Noboa, la noche del 5 de abril.
Hoy recordamos el momento en el que, por medio de un despliegue policiaco atípico, se quebrantó la inviolabilidad diplomática y las Convenciones Internacionales de Viena de 1961 y de asilo diplomático de 1954.
El objetivo del operativo que se concretó, era aprehender a Jorge Glas, vicepresidente de Ecuador en el mandato de Rafael Correa, pese a que Glas ya contaba con el otorgamiento del asilo diplomático de México.
Justamente se encontraba en la Embajada mexicana en espera del permiso del gobierno de Noboa para salir del país, algo que no sólo no ocurrió, sino que este fue extraído por la fuerza y encarcelado.
Después de esto, el Gobierno de México demandó al de Ecuador ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya por el allanamiento de su Embajada, y pidió la suspensión de Ecuador del Sistema de Naciones Unidas, en un proceso que aún sigue su curso.