Iván Cantú, de origen mexicano, fue ejecutado este miércoles en Texas, con una inyección letal, a pesar de las dudas sobre su culpabilidad en los homicidios de su primo, James Mosqueda, y su prometida, Amy Kitchen, ocurridos en el año 2000.
Nacido en Texas, e hijo de un inmigrante mexicano, Iván Cantú fue declarado muerto a las 6:47 de la tarde, en la sala de ejecuciones de la prisión “Allan B. Polunsky”.
Cantú pasó casi la mitad de sus 50 años de vida no sólo en prisión, sino en el llamado “corredor de la muerte”. Fue sentenciado a la pena máxima en el año 2001.
Su defensa, a la que se sumaron organizaciones civiles que creyeron en su inocencia, fracasaron en sus diversos intentos para frenar la ejecución.
La petición de clemencia, dirigida al gobernador republicano Greg Abbott, al fiscal de distrito del condado de Collin Greg Willis, y al Tribunal Penal de Apelaciones de Texas, reunió más de 151 mil firmas en internet.
A pesar de las movilizaciones, la mañana de este miércoles un tribunal en Texas negó un nuevo aplazamiento a la ejecución del mexicano.