El grupo de las siete principales economías mundiales G7 concluyó este miércoles su primera reunión presencial en más de dos años con críticas a Rusia por su “actitud irresponsable” en Ucrania y llamados a China a “respetar los derechos humanos”.
Los cancilleres de Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón también urgieron a Irán a liberar a las personas con doble nacionalidad detenidas de forma “arbitraria”, al término de su reunión en Londres.
A un mes de la cumbre de mandatarios del G7 en Cornualles (sur de Inglaterra), los jefes de la diplomacia reanudaron los contactos directos tras meses de videoconferencias, así como el multilateralismo reivindicado por la nueva administración estadounidense.
Además de China, Rusia e Irán, los cancilleres amenazaron a la junta golpista de Birmania con nuevas sanciones y se comprometieron a apoyar económicamente el programa de reparto de vacunas Covax.
Sin embargo, no hubo ningún anuncio inmediato sobre nuevos fondos para mejorar el acceso a las vacunas, pese a los reiterados llamados para que el G7 haga más para ayudar a los países más pobres.
La reunión de esta semana marcó el tono de la cumbre de líderes de este grupo de potencias del 11 al 13 de junio, que supondrá el debut internacional del presidente estadounidense, Joe Biden.
Reconocemos que nos reunimos en un contexto excepcional y de cambios rápidos”, reza el comunicado final, que apuesta por el “sistema multilateral para dar forma a un futuro más limpio, más libre, más justo y más seguro para el planeta”.
Los cancilleres del G7 reservaron sus críticas más duras a China, a la que llamaron a cumplir con sus obligaciones en virtud de la legislación nacional e internacional.
Así, expresaron su preocupación por las violaciones de los derechos humanos y los abusos contra la minoría musulmana uigur en la provincia de Xinjiang y en el Tíbet, e instaron a poner fin a la represión de los manifestantes prodemocracia en Hong Kong.
Las siete potencias dejaron, no obstante, la puerta abierta a una futura cooperación con Pekín y subrayaron la necesidad de una postura común para enfrentar los retos globales, en contraste con el creciente unilateralismo de los últimos años durante el mandato de Donald Trump en Estados Unidos.
Los jefes de la diplomacia también criticaron a Rusia por su “actitud irresponsable y desestabilizadora” al acumular tropas en la frontera con Ucrania, su “ciberactividad maliciosa”, su desinformación y sus acciones de inteligencia.
Seguiremos reforzando nuestras capacidades colectivas y las de nuestros socios para hacer frente y disuadir el comportamiento ruso que está amenazando el orden internacional basado en normas”, advirtieron.
La reunión se produjo en un contexto de creciente presión para mostrar más solidaridad, máxime cuando a los países pobres les siguen faltando vacunas para luchar contra la pandemia y las campañas masivas de inmunización en los ricos permiten desconfinar.
- Más de mil 200 millones de dosis de vacunas del covid-19 se han administrado a nivel global, pero menos del 1% fue en los países menos desarrollados.
En su comunicado, el G7 promete apoyar económicamente el programa Covax “para permitir un despliegue rápido y justo” de inyectables, aunque no anunciaron ayuda adicional.
Con el apoyo de la mayoría de naciones ricas, este programa respaldado por la ONU pretende compartir las vacunas con las naciones más pobres.
Pero los países ricos lo dejaron de lado en las primeras fases, cerrando sus propios acuerdos con los grandes grupos farmacéuticos.