Bernardo Arévalo, diplomático y académico de centro izquierda, sorprendió en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Guatemala el 25 de junio de 2023, al quedar en segundo lugar, con un discurso a favor de la población de menos ingresos y con la promesa de combatir la corrupción.
Dichas premisas no gustaron a los políticos tradicionales, por lo que a partir de ahí enfrentó una serie de obstáculos judiciales.
Nueve partidos de derecha que perdieron la elección, impugnaron los resultados, argumentando irregularidades. La revisión de las actas demoró la proclamación de los candidatos para la segunda vuelta. Finalmente concluyo el 6 de julio, con Sandra Torres y Bernardo Arévalo como contendientes.
La fiscal general, Consuelo Porras, protagonizó una encarnizada batalla para tratar de derribar a Arévalo, presuntamente por encomienda de la élite político-empresarial, para evitar su llegada a la presidencia.
Ordenó la incautación de las actas electorales y el allanamiento del Tribunal Electoral. Además, un juez ordenó cancelar al Partido Semilla, que abanderó a Arévalo.
“El juzgado séptimo de instancia penal ordenó la suspensión de la personalidad jurídica del partido político Movimiento Semilla”, dijo Rafael Curruchiche, fiscal Especial contra la Impunidad.
La policía y los fiscales guatemaltecos allanaron la oficina de registro de ciudadanos, como parte de una investigación por presuntas irregularidades en la recolección de firmas para constituir al Partido Semilla en 2018.
“Existen indicios de que más de cinco mil ciudadanos fueron adheridos ilegalmente al Movimiento Semilla, falsificándoles su letra y firma”, agregó Curruchiche.
En la segunda vuelta, el 20 de agosto de 2023, Arévalo derrotó a Sandra Torres, obteniendo 60% de los votos.
“El juez Fredy Orellana y el fiscal Rafael Curruchiche están coludidos para evitar que el Movimiento Semilla participe el 20 de agosto”, señaló Juan Gerardo Guerrero, abogado del Partido Semilla.
El 29 de agosto, el Tribunal Supremo declaró presidente electo a Arévalo, pero retiró el registro a “Semilla”.
El 8 de diciembre, la Fiscalía aseguró que las elecciones eran “nulas” por supuestas irregularidades administrativas en la primera vuelta, de junio.
“Los golpistas Consuelo Porras, Rafael Curruchice, Ángel Pineda y sus cómplices intentan destruir el régimen democrático y acabar con el derecho básico de las y los guatemaltecos a vivir en libertad, a escoger a las personas que deben gobernar”, afirmó Arévalo.
Pero el Tribunal Supremo Electoral se pronunció ratificando la victoria de Bernardo Arévalo.
“Hemos dicho que los resultados están validados, están oficializados y son inalterables”, concluyó Blanca Alfaro, presidenta del Tribunal Supremo Electoral.
Así, este domingo 14 de enero, el socialdemócrata sustituirá a Alejandro Giammattei y pondrá fin a 12 años de gobiernos derechistas.