El inicio de un nuevo año tiene diferentes tiempos debido a los 20 husos horarios que existen en el mundo.
El mundo dice adiós al año viejo y da la bienvenida al 2022, con esperanza de un futuro promisorio.
Los primeros países en recibirlo fueron Isla Kiribati, Fidji, Tonga, Australia, Nueva Zelanda y la península de Kamchatka, en el oriente de Rusia.
En todos los lugares, las celebraciones se realizaron de manera restringida como medida preventiva para evitar contagios de la variante Ómicron de COVID-19.
En Auckland, Nueva Zelanda, el espectáculo de luz y sonido no contó con la presencia de personas.
El tradicional conteo para marcar el comienzo de 2022 se realizó con fuegos artificiales en Australia.
En Hong Kong, Taiwán, Tailandia, China, y las dos coreas, también hubo espectáculos de pirotecnia.
Desde el Vaticano, el papa Francisco ofició misa de noche vieja, en la catedral de San Pedro, en la que destacó la solidaridad mundial para enfrentar la pandemia.
“Tras una fase de reacción por la pandemia, en la que nos sentimos solidarios, se extendió el “cada quien ve por sí mismo”. Pero gracias a Dios, nos levantamos de nuevo con sentido de responsabilidad”, papa Francisco.
En Estados Unidos, las autoridades de Nueva York restringieron el número de personas al conteo del reloj en Times Square.
“En esos 60 segundos, la gente estará mirando el enorme balón para contar juntos al unísono llenos de alegría, regresivamente, el Año Nuevo”, Jeddrey Straus, productor.
En América Latina, se suspendió el festival de luz y sonido en las playas de río de janeiro.
Como parte de los rituales propios de nuestro continente se expresaron deseos de un buen año, como en Brasil, a la virgen de Yemayá.
“Deseo para el próximo año paz, una cura para esa nueva enfermedad que está circulando y que todos dejen entrar un poco de humildad en el corazón”, Alex, habitante de Copacabana, Rio de Janeiro.
En Perú, chamanes rindieron tributo a la “Madre Tierra”, la “Pachamama”.
Los cinco últimos países en recibir el año se ubican en el pacífico sur: las islas estadounidenses de Baker y Howland; Nueva Zelandia, Tahiti, Polinesia Francesa, y la posesión británica de las islas Pitcairn.