Los BRICS —integrado ahora por once países tras su reciente ampliación— arrancó este domingo su primera cumbre multilateral en Río de Janeiro en un contexto global marcado por la guerra comercial iniciada por el presidente Donald Trump, los conflictos en Oriente Medio y la guerra en Ucrania.
La cita, encabezada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, tuvo una apertura cargada de crítica geopolítica.
Lula exigió a la comunidad internacional no ser “indiferente” al “genocidio” de Israel contra Gaza, alertó sobre los peligros de posponer la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, y condenó el crecimiento del gasto militar entre los países miembros de la OTAN.
Críticas a Trump y a la OTAN
La ausencia del presidente chino Xi Jinping y la participación en línea de Vladimir Putin no impidieron que el foro reuniera a jefes de Estado de 14 países, entre miembros, asociados e invitados. Según un borrador de declaración adelantado este fin de semana, la cumbre incluirá un rechazo explícito a los aranceles unilaterales y al proteccionismo económico promovido por Trump, aunque sin mencionarlo directamente por nombre.
La cumbre llega apenas tres días antes del plazo límite fijado por el mandatario estadounidense para definir nuevos acuerdos comerciales con países interesados en mantener su acceso al mercado estadounidense.
En particular, Trump ha amenazado con aranceles del 100 % si los países BRICS implementan políticas que cuestionen la supremacía del dólar en el comercio internacional.
“Si no encontramos una nueva fórmula, vamos a terminar el siglo XXI como empezamos el XX”, advirtió Lula, en clara alusión a las tensiones que precedieron a las guerras mundiales.