El Congreso Nacional Africano (ANC), el partido fundado por Nelson Mandela, en el poder desde el fin del apartheid, reeligió el lunes 19 de diciembre en Johannesburgo al presidente Cyril Ramaphosa para liderar la formación y, por ende, seguir presidiendo Sudáfrica.
Ramaphosa, de 70 años, goza de una amplia popularidad pese al escándalo político desatado tras revelarse que escondía importantes sumas en efectivo en un sofá en una de sus lujosas propiedades.
El político fue designado vencedor por los delegados del partido con 2 mil 476 votos, frente a los mil 897 recabados por su único contrincante, el exministro de Salud Zweli Mkhize, de 66 años.
El resultado de la votación allana la vía para que el presidente obtenga un segundo mandato, si el ANC resultara ganador en las elecciones generales de 2024.
Sipho Mthembu, de 41 años, presidente de una rama del ANC en la provincia más poblada de Gauteng, dijo a la AFP que estaba “muy decepcionado” por el resultado.
“Todos sabemos que con Ramaphosa han ocurrido muchas cosas malas y que la imagen del ANC se ha visto comprometida”, dijo Mthembu.
El partido ha perdido terreno en los últimos años, dividido por facciones rivales y en un contexto de aumento de desempleo y de pobreza.
El voto, que terminó hasta bien entrada la noche, estuvo marcado por la incertidumbre ya que unos días antes, Mkhize disfrutaba de una cómoda ventaja.
El exministro de Salud fue muy alabado por su gestión de la pandemia, pero cayó en 2021 por acusaciones de corrupción y desvío de fondos precisamente en el marco de un contrato para una campaña de concienciación sobre el COVID.
Ciertos delegados de provincias, convencidos de Ramaphosa, anunciaron el sábado por la tarde que se pasaban al bando de Mkhize, planteando dudas sobre los apoyos reales del actual presidente.
Ramaphosa, procede de una familia modesta de Soweto, partía como favorito cuando fueron nombrados los candidatos en liza el mes pasado. Su formación lo salvó de un procedimiento de destitución la semana pasada en el Parlamento.
Mejor carta para 2024
El presidente, que hizo fortuna en el mundo de los negocios, fue acusado de haber escondido fajos de dinero en el sofá de una de sus propiedades.
El caso estalló en junio cuando un antiguo responsable del servicio de inteligencia, cercano a los detractores de Ramaphosa en el ANC, presentó una demanda. Según él, unos ladrones irrumpieron en la propiedad, lo que sacó a la luz el dinero escondido en los muebles, pero el presidente no señaló el incidente ni a la policía ni al fisco.
Ramaphosa siempre ha negado los hechos, alegando que el dinero en efectivo procedía de la venta legítima de los animales de su hacienda.
Durante su discurso el viernes en la apertura del congreso del partido, Ramaphosa fue interrumpido por decenas de delegados, que cantaban y golpeaban las mesas, imitando un molino de viento con las manos para pedir el cambio.
Sus seguidores, en cambio, levantaron los dedos índice y medio, exigiendo un segundo mandato para el hombre que Nelson Mandela señaló como el más dotado de su generación.
También se esperaba conocer el perfil del próximo vicepresidente. Para el puesto, el ANC eligió a Paul Mashatile, de 61 años, oriundo del ‘township’ más empobrecido de Johannesburgo. Hasta ahora, Mashatile era tesorero del partido.
Rampahosa “recuperó la presidencia del ANC, pero puede ser una victoria pírrica, porque los siete primeros le son aún más hostiles”, advirtió Richard Calland, profesor de derecho y analista político.
Si Ramaphosa se ve imputado por el escándalo, la Consititución prevé que su vicepresidente le suceda.
En todo caso, de cara a las elecciones generales de 2024, la mejor carta para el ANC sigue siendo Ramaphosa, según varios analistas.