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El Vaticano reconoce falta de protocolos ante eventual deceso de Benedicto XVI

Foto: Twitter

La falta de unas normas sobre cómo organizar los pasos tras la muerte de un papa emérito, al no existir un estatuto sobre esta figura, causa incertidumbre sobre lo que ocurrirá cuando fallezca Benedicto XVI, cuyo estado de salud se ha agravado en los últimos días.

El papa Francisco afirmó recientemente en una entrevista publicada en el diario español ABC que “no se le había ocurrido tocar” un posible estatuto sobre la figura de un papa emérito.

“Será que el Espíritu Santo no tiene interés en que me ocupe de esas cosas”, dijo entonces.

¿Cuáles son los pasos a seguir?

Los pasos que seguir después de la muerte del papa están descritos en la Constitución “Universi Dominici Gregis”, aprobada por Juan Pablo II en 1996 y, salvo la apertura de un cónclave y la destrucción del anillo papal, además de otros pequeños detalles, parece que poco cambiará, aunque esos matices serán importantes.

Pero en el caso de Benedicto XVI, las disposiciones relativas a la apertura del testamento o cómo y cuándo celebrar el funeral, no serán tomadas por el camarlengo, quien actúa en caso de Sede Vacante, como se conoce el periodo sin pontífice, sino directamente por Francisco.

Todo indica que al igual que con el papa, se preparará el cadáver y se organizará una capilla ardiente, pero dentro del palacio pontificio, pues Joseph Ratzinger vive en el monasterio Mater Ecclesiae desde su renuncia, en el interior de los jardines vaticanos.

Se desconoce si será pública o privada, aunque Francisco ciertamente permitirá la veneración de los fieles en la Basílica de San Pedro.

Con total seguridad, será la primera vez en la historia en la que un pontífice presida el funeral de su inmediato predecesor, pues Francisco celebrará la misa a la que, probablemente, serán invitadas las máximas autoridades de todos los países.

¿Qué pasará cuando ocurra el deceso?

La expresión “papa emérito” habla precisamente de que ya no se trata de un papa en funciones, sino de alguien que fue papa, o de alguien que ha dejado el título de papa.

A la muerte del papa emérito se aplicarían los protocolos establecidos en la Constitución Universi Dominici Gregis, misma que aborda el tema de la conclusión de un pontificado y el inicio de otro.

“Lo que vimos hace años, cuando fue elegido el Papa Francisco tras la renuncia de Benedicto XVI, se basó totalmente en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, sólo que haciendo caso omiso al tema de la muerte, pues no era la situación. Ahora no se trataría del fallecimiento del papa reinante, sino de un papa emérito, pero es importante tener en cuenta los preceptos que establece dicho documento”, dijo el el padre José Alberto Medel, especialista en liturgia en la Diócesis de Xochimilco.

Así, el papa emérito no tendría funerales propios de un Romano Pontífice, porque, como se ha dicho, ya no es papa; sin embargo, podría llegar a tenerlos por concesión del papa reinante.

Es decir, que el Papa Francisco, como una deferencia a su antecesor, puede hacerle esa concesión, que yo creo que es lo que va a pasar explicó.

Además, señala que frente al fallecimiento de un papa en funciones, el cardenal camarlengo -es decir, el que preside la Cámara Apostólica- es el que toma las riendas de la Iglesia y el encargado de ir a verificar la muerte, pero en este caso no sería así, porque el papa reinante está vivo.

“Entonces, el papa Francisco tendría que nombrar a un dignatario de la Santa Sede que verifique la muerte del papa emérito junto con un cuerpo médico”, comentó.

Asimismo, explica que otro de los protocolos de la Constitución Apostólica “Universi Dominici Gregis” que se omitiría, sería quitarle al papa el “Anillo del Pescador” y romperlo.

“Simplemente se van a omitir todas esas disposiciones del documento que hagan referencia a la muerte”, mencionó.

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