La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en negociaciones de paz con el Gobierno de Gustavo Petro, anunció este lunes un “cese al fuego unilateral” durante la temporada de Navidad y fin de año en Colombia.
“La tregua estará en pie a partir de las 06:00 horas del 24 de diciembre de 2022 hasta las 06:00 horas del 2 de enero de 2023″, informó una vocera de la última guerrilla reconocida de Colombia en un video difundido a través de sus redes sociales.
Cerca de 10 mil habitantes de la región selvática del Chocó -de mayoría afro- se encontraban confinados por el “paro armado indefinido” anunciado por el Ejército de Liberación Nacional la semana pasada en reacción a una supuesta incursión paramilitar en la zona.
“El Ejército de Liberación Nacional sigue comprometido en continuar aportando para crear un ambiente de paz en estas fechas de Navidad y Año Nuevo, por tanto, decreta un cese al fuego unilateral“, señaló esta guerrilla en un comunicado.
Así, la tregua de fin de año sólo cubre a las fuerzas militares y de policía del Estado explicó la vocera, hablando con el rostro cubierto, acompañada por seis guerrilleros con armas largas en un lugar rodeado de montañas.
Nos reservamos el derecho a defendernos en caso de ser atacados agregó la organización guevarista.
Con influencias de la teología de la liberación, el ELN acostumbra hacer una tregua por Navidad y fin de año.
La negociación avanza
El anuncio de paro armado había incomodado al Gobierno izquierdista que asumió el poder el 7 de agosto y que en noviembre retomó los diálogos de paz suspendidos por su antecesor Iván Duque (2018-2022) y pidió a los rebeldes “coherencia”.
La negociación avanza sin que medie un alto al fuego bilateral y con Cuba, Noruega y Venezuela como garantes.
México prevé igualmente apoyar los diálogos, que en principio se reactivarán el próximo año en ese país en una fecha aún por definir.
En armas desde 1964, el ELN tiene un pie de fuerza de unos 2 mil 500 combatientes y una amplia red de colaboradores, según estimaciones independientes.
Aunque cuenta con un mando central, sus frentes son autónomos en el campo militar.
Para el embajador de Colombia en Caracas, Armando Benedetti, fue un acierto que no existiera cese al fuego bilateral, ya que si “alguna de las partes comete un error y nos pasamos todo el proceso de paz verificando si hubo o no hubo un rompimiento al cese al fuego”.
Otro actor activo en medio de las negociaciones, la Iglesia Católica colombiana, había pedido un cese al fuego, sobre todo en uno de los sectores más golpeados por la violencia: el departamento del Chocó.
“Un signo claro de sincera voluntad de paz debe manifestarse en el respeto a la vida, el cese a las extorsiones, la desaparición de las fronteras o barreras invisibles, el reclutamiento e instrumentalización de niños y niñas, adolescentes y jóvenes”, pidió la iglesia para esta época decembrina en el país.
La resistencia del ELN a un cese de fuego se debe, según Pablo Beltrán, a que duramente este tiempo se ha intensificado el actuar del Ejército Nacional, como sucedió en años anteriores por la pandemia del COVID-19 y durante Navidad y Año Nuevo.
“He denunciado y criticado, que esos ceses unilaterales han sido usados por las fuerzas estatales para tomar ventaja militar, incluso, tenemos una lista de ataques y bajas que hemos tenido mientras tenemos esos ceses”, señaló uno de los líderes de la mesa de negociación del Ejército de Liberación Nacional.