Tras la inauguración a finales de junio de la embajada israelí en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, la monarquía del Golfo abrió el miércoles en Tel Aviv su primera embajada en Israel, una etapa clave en la normalización de las relaciones entre ambos países.
Con la creación de esta nueva misión diplomática, emplazada en el edificio de la Bolsa de Tel Aviv, Emiratos Árabes Unidos se convierte en el tercer país árabe en abrir una embajada en territorio israelí, después de Egipto y Jordania.
Emiratos Árabes Unidos e Israel son dos países innovadores, podemos servirnos de esta creatividad para trabajar juntos por un futuro más próspero y estable para nuestros países y la región”, declaró durante la inauguración el embajador emiratí en Israel, Mohamed Mahmoud Fateh Ali Al Khaja.
El presidente israelí, Isaac Herzog, presente durante la ceremonia de inauguración, fue más allá: “Este acuerdo histórico debe extenderse a otros países que deseen la paz con Israel”.
Emiratos Árabes Unidos e Israel anunciaron la normalización de sus relaciones en verano de 2020, bajo el impulso de la anterior administración estadounidense del presidente Donald Trump.
Baréin, otra monarquía del Golfo, así como Marruecos y Sudán, anunciaron recientemente la firma de acuerdos de normalización con Israel.
A finales de junio, el nuevo jefe de la diplomacia israelí, Yair Lapid, viajó a Abu Dabi para inaugurar la primera embajada israelí en un país del Golfo. Un gesto celebrado por Estados Unidos, gran aliado de Israel, pero muy criticado por los palestinos.
Desde el partido Fatah, laico, de Mahmud Abas, a los islamistas de Hamás, los palestinos denunciaron estos acuerdos de normalización, calificándolos de “traición” de los países árabes, por considerar que este tipo de procesos tendrían que llegar después (y nunca antes) de la resolución del conflicto israelo-palestino.